Hugo Chávez está dando muestras de que está aprendiendo lecciones de las experiencias de algunos de sus símiles.
Una de esas lecciones la aprendió de Libia y su par el coronel Muammar Gaddafi. Hace unos meses, la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN), la Organización de Naciones Unidas (ONU) y la Unión Europea congelaron las reservas internacionales de Libia para asignarles a los insurgentes el control sobre las mismas. Esto explicaría la decisión de Chávez de traer el oro de las reservas internacionales para depositarlas en las bóvedas del Banco Central de Venezuela y la orden de trasladar las reservas operativas desde bancos de comprobada solvencia de Estados Unidos, Inglaterra y Europa hacia otros, de menos tradición, pero en países más solidarios con la revolución como China, Rusia y Brasil.
La otra lección aprendida sería la importancia de las redes sociales para divulgar los hechos reales con inmediatez dentro y fuera de las fronteras de un país. Tiene el ejemplo de China, donde un choque de trenes fue conocido por la población gracias a la red de Twitter, mucho antes de que el Gobierno admitiera el accidente. O más importante, el caso de su par Hosni Mubarak en Egipto, donde las redes sociales fueron vitales para la salida del legendario dictador del poder y para que se le abriera un juicio por sus crímenes.
Estas experiencias ajenas habrían influido en la decisión del Gobierno de Chávez de intervenir las redes sociales en Venezuela. Más aún cuando según cifras de la empresa Tendencias Digitales:
1) De los 10,8 millones de venezolanos que tienen acceso a Internet, 8,3 millones son usuarios de redes sociales como Twitter y Facebook, lo que configura una penetración sustancialmente mayor que el promedio global.
2) En 2010, 70% de los usuarios de Internet en Venezuela pertenecían a los estratos sociales D y E.
Entre las acciones tomadas hasta ahora por el Gobierno para controlar el uso de Internet y las redes sociales se encuentran:
a) La reforma a la Ley de Mordaza, que incluyó a Internet como objeto de control.
b) El que Chávez haya creado su cuenta Twitter @chavezcandanga para la divulgación de mensajes "bolivarianos", incluyendo una llamada a una "guerrilla comunicacional".
c) Lo más grave, la aparición de los "hackers" N33, un colectivo asociado al Gobierno que está "hackeando" las cuentas de periodistas, analistas y escritores críticos al Gobierno.
¡Guerra avisada! El sector democrático sabrá cómo enfrentar estas nuevas barreras dictatoriales.
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