Las elecciones están a la vuelta de la esquina, una con una tienda que dice cerrado por el Seniat. Si el comercio donde están inspeccionando no tiene una cosa al día es cerrado inmediatamente con una sanción de 3 días
Ciudad de paradojas, El Llanito es puras subidas y bajadas y El Silencio es como es. En tiempos de derroche y ausencia de contraloría, el gobierno con cara de seriedad y con un discurso de probidad lamentablemente de quitaipón profundiza el proceso de recaudación de impuestos y a quien se resbale, pues ya sabe. La severidad es total, en realidad, sospechosa. Si el comercio donde hacen la inspección sorpresa no tiene el papel de que están al día colocado en la vitrina ¡Cerrado! Si el facturero no está en orden alfabético ¡Cerrado! Si los libros de debe y haber están escritos con tachaduras ¡Cerrado! Sólo en Colinas de Bello Monte fueron cerrados 50 negocios por nimiedades que no necesariamente confirmaban el delito de evasión. Los dueños de la casa de pinturas de la avenida Newton lo pasaron peor que todos. Acababan los ladrones –los declarados como tales– de arrasar con el dinero de caja, por lo que los tres días de castigo de no ventas les resultó descorazonador. Previo a las elecciones hay quien cree que es más que un pase de factura, uno de raqueta. Las elecciones están a la vuelta de la esquina, una con una tienda que dice cerrado por el Seniat.
Cort. TalCualDigital
Ciudad de paradojas, El Llanito es puras subidas y bajadas y El Silencio es como es. En tiempos de derroche y ausencia de contraloría, el gobierno con cara de seriedad y con un discurso de probidad lamentablemente de quitaipón profundiza el proceso de recaudación de impuestos y a quien se resbale, pues ya sabe. La severidad es total, en realidad, sospechosa. Si el comercio donde hacen la inspección sorpresa no tiene el papel de que están al día colocado en la vitrina ¡Cerrado! Si el facturero no está en orden alfabético ¡Cerrado! Si los libros de debe y haber están escritos con tachaduras ¡Cerrado! Sólo en Colinas de Bello Monte fueron cerrados 50 negocios por nimiedades que no necesariamente confirmaban el delito de evasión. Los dueños de la casa de pinturas de la avenida Newton lo pasaron peor que todos. Acababan los ladrones –los declarados como tales– de arrasar con el dinero de caja, por lo que los tres días de castigo de no ventas les resultó descorazonador. Previo a las elecciones hay quien cree que es más que un pase de factura, uno de raqueta. Las elecciones están a la vuelta de la esquina, una con una tienda que dice cerrado por el Seniat.
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