El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, reiteró que está abierto a un diálogo con la guerrilla comunista FARC, a la que llamó a dejar las armas en un discurso este sábado, luego de que el Ejército abatiera el viernes a su máximo líder Alfonso Cano.
"Siempre he dicho que el diálogo no está cerrado, que la puerta del diálogo no está cerrada con llave, pero insisto en que necesitamos señales muy claras, que cese el terrorismo", dijo Santos desde Popayán (suroeste), donde dio un saludo a las tropas que participaron en la operación en la que fue muerto Cano.
"Políticamente están derrotados, más del 95% de la población los rechaza, y militarmente también están cada vez más debilitados. Desmovilícense, dejen las armas", resaltó el mandatario.
Santos consideró que la muerte de Cano, en el mando máximo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) desde 2008, es el golpe "más contundente" sufrido por esa guerrilla debido a la importancia que éste tenía "frente al resto del secretariado", la cúpula de siete miembros del grupo. "Muchos analistas decían que Cano era irremplazable por la ascendencia" que tenía en la guerrilla. "De ahí la importancia de este golpe", dijo el presidente.
"Lo que sabemos es que quien lo reemplace no va a tener esa capacidad de mando y control sobre las FARC", añadió.
En su dicurso, Santos recordó a los rehenes en poder de las FARC, 18 de ellos policías y militares. "No los hemos olvidado y haremos todo lo que esté a nuestro alcance para su liberación", señaló.
De acuerdo con Santos, la operación militar contra Cano fue planeada durante casi un año y se apoyó en labores de inteligencia.
Además, el presidente se felicitó porque en el operativo no se produjo ninguna víctima del lado de las fuerzas militares.
"Fue una operación de gran riesgo y por fortuna todos regresaron sanos y salvos", indicó.
"Siempre he dicho que el diálogo no está cerrado, que la puerta del diálogo no está cerrada con llave, pero insisto en que necesitamos señales muy claras, que cese el terrorismo", dijo Santos desde Popayán (suroeste), donde dio un saludo a las tropas que participaron en la operación en la que fue muerto Cano.
"Políticamente están derrotados, más del 95% de la población los rechaza, y militarmente también están cada vez más debilitados. Desmovilícense, dejen las armas", resaltó el mandatario.
Santos consideró que la muerte de Cano, en el mando máximo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) desde 2008, es el golpe "más contundente" sufrido por esa guerrilla debido a la importancia que éste tenía "frente al resto del secretariado", la cúpula de siete miembros del grupo. "Muchos analistas decían que Cano era irremplazable por la ascendencia" que tenía en la guerrilla. "De ahí la importancia de este golpe", dijo el presidente.
"Lo que sabemos es que quien lo reemplace no va a tener esa capacidad de mando y control sobre las FARC", añadió.
En su dicurso, Santos recordó a los rehenes en poder de las FARC, 18 de ellos policías y militares. "No los hemos olvidado y haremos todo lo que esté a nuestro alcance para su liberación", señaló.
De acuerdo con Santos, la operación militar contra Cano fue planeada durante casi un año y se apoyó en labores de inteligencia.
Además, el presidente se felicitó porque en el operativo no se produjo ninguna víctima del lado de las fuerzas militares.
"Fue una operación de gran riesgo y por fortuna todos regresaron sanos y salvos", indicó.
Globovisión/AFP
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