Santiago de Chile, 1 nov (PL) La aparente quietud sísmica del norte de Chile cedió paso a una marejada de temblores en las últimas semanas, presagio de la cercanía de otro gran cataclismo en el país, a juicio de expertos.
De acuerdo con el Servicio Sismológico de la Universidad de Chile, este martes tuvo lugar un nuevo movimiento telúrico en la norteña región de Antofagasta, sacudida por varios sismos de ligera y mediana intensidad en octubre.
El temblor de este día, que no causó daños, registró una magnitud de 4,9 grados en la escala de Richter y su epicentro fue localizado a 48 kilómetros de profundidad y 43 kilómetros al norte de Mina Escondida, a unos mil 200 kilómetros de Santiago.
Los especialistas estiman que en cualquier momento y en cualquier región de Chile puede ocurrir un sismo superior a ocho grados, pero apuntan a la parte septentrional del país como la zona más propensa a otro gran terremoto porque lleva más tiempo acumulando energía.
El período entre dos terremotos de grandes proporciones en una misma zona es de aproximadamente un siglo y en el llamado norte grande de Chile no ocurre un megasismo desde 1868, con epicentro entonces en la norteña ciudad de Arica.
Chile está situado sobre una zona de convergencia activa, entre las placas de Nazca y Suramericana. Cuando la zona de contacto de la placa de Nazca se atasca, después de una acumulación de energía potencial, y hace fricción en un momento impredecible, sobreviene el terremoto.
De acuerdo con el Servicio Sismológico de la Universidad de Chile, este martes tuvo lugar un nuevo movimiento telúrico en la norteña región de Antofagasta, sacudida por varios sismos de ligera y mediana intensidad en octubre.
El temblor de este día, que no causó daños, registró una magnitud de 4,9 grados en la escala de Richter y su epicentro fue localizado a 48 kilómetros de profundidad y 43 kilómetros al norte de Mina Escondida, a unos mil 200 kilómetros de Santiago.
Los especialistas estiman que en cualquier momento y en cualquier región de Chile puede ocurrir un sismo superior a ocho grados, pero apuntan a la parte septentrional del país como la zona más propensa a otro gran terremoto porque lleva más tiempo acumulando energía.
El período entre dos terremotos de grandes proporciones en una misma zona es de aproximadamente un siglo y en el llamado norte grande de Chile no ocurre un megasismo desde 1868, con epicentro entonces en la norteña ciudad de Arica.
Chile está situado sobre una zona de convergencia activa, entre las placas de Nazca y Suramericana. Cuando la zona de contacto de la placa de Nazca se atasca, después de una acumulación de energía potencial, y hace fricción en un momento impredecible, sobreviene el terremoto.
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