El temblor de 6,5 grados se produjo con epicentro a 166 km al suroeste de Ciudad de México y a 55 kilómetros de Chilpancingo, uno de los lugares con más afectación.
Humberto Calvo, subsecretario de Protección Civil del estado de Guerrero, que alberga a Chilpancingo, confirmó que dos personas murieron y tres más resultaron heridas.
Los fallecidos fueron identificados como Diego Ríos Santana, de 18 años, luego que colapsó el techo de la taquería donde trabajaba en el poblado de Iguala, así como Julio César Andrade, de 25 años de edad, quien perdió la vida en la Autopista del Sol, que comunica la capital con el balneario de Acapulco.
El sismo provocó varios derrumbes en la carretera, uno de ellos cayó sobre el vehículo que conducía Andrade provocando su muerte y dejando heridas a dos mujeres que lo acompañaban.
También en Chilpancingo, un niño de año y medio de edad fue hospitalizado debido a que le cayó una barda.
El Sistema Sismológico Nacional reportó varias réplicas aunque no mayores de 4 grados en tanto Protección Civil aseguró que el evento del sábado "no necesariamente puede identificarse como el precursor de un sismo de gran magnitud".
"Se mantendrá una estrecha vigilancia del fenómeno sísmico e informaremos a las autoridades oportunamente de cualquier actividad relevante", agregó la institución en un comunicado.
Anochecía en Ciudad de México en medio de fiestas en sitios de trabajo por la próxima navidad y centros comerciales repletos de compradores, cuando el sismo interrumpió la música y las risas dando paso a escenas de pánico.
Aunque sus habitantes están acostumbrados a los temblores, en mayoría los comentarios destacaban que se trató de un temblor "muy largo". Las autoridades coincidieron en calcular que duró unos 40 segundos. Aparte de cortes de la energía eléctrica en varios puntos de la capital y el colapso momentáneo de los sistemas de telefonía celular, la afectación fue menor. Solo se reportó un edificio de tres pisos de apartamentos en la colonia Doctores, hacia el norte de la ciudad, cuyas paredes se recargaron en otro inmueble contiguo.
"No se puede hacer nada, si valoran su vida sálganse de aquí", relató a periodistas el residente Humberto Pérez, al explicar que el personal de emergencias los evacuó. El edificio ya había sido dañado en el terremoto de 1985.
La intensidad del movimiento motivó gran cantidad de reacciones, entre esas del presidente Felipe Calderón, quien de inmediato empezó a dar informes a través de su cuenta oficial en Twitter.
Muchos de los capitalinos recurrieron a las redes sociales ante la imposibilidad de comunicarse por sus celulares. Paulina López Noriega se encontraba en su casa en colonia El Contadero, hacia el sur del Distrito Federal.
"Se sintió horrible en Contadero, los niños ni enterados pero el perro muy nervioso", relató en su Facebook.
Durante la noche helicópteros oficiales mantuvieron sobrevuelos de vigilancia, pero el domingo la rutina regresó a las calles: la gente salió a correr, andar en bicibleta o pasear a sus perros aprovechando el cierre ahora tradicional de la avenida Reforma.
Los medios de prensa apenas reportaban sobre el sismo, centrando su atención en la celebración del día de la Virgen de Guadalupe el lunes, pero que ya para este domingo se esperaba atraería a unos 6 millones de peregrinos a la Basílica ubicada en la capital.
En 1985 un sismo de 8,1 de magnitud sacudió la costa pacífica de México, y pese a que su epicentro fue a 350 km de Ciudad de México, devastó la capital y dejó al menos 10.000 muertos.
Cort. TalCualDigital
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