Antes del fin. (Ernesto Sabato). Traigo el título a propósito de la plegaria de Chávez el pasado Jueves Santo. Cada quien está en el derecho de interpretarlo como quiera, yo pienso que Chávez habló de corazón y por ello su clamor lo dibuja “en el tan añorado pedazo de tierra en que transcurrió su infancia”. Debo dar por sentado que soy un hombre creyente, pero desestimo que la felicidad de un pueblo se alcance sacrificando gallinas o con cualquier otra práctica religiosa por ancestral que esta sea. Respeto la súbita reacción cristiana de Chávez, más no la comparto. Estimo que va siendo hora de que se convenza que la revolución no concluye con su eventual pase a la eternidad.
En el mismo orden de ideas, me parece terrible que para ser revolucionario sea necesario ceñirse una corona de espinas y encima cargar una cruz. El mesianismo ha sido una maldita herencia que la reacción se ha encargado de hacer imperecedera para que nuestros pueblos sigan sometidos al miedo del fuego eterno tan bien descrito por Jorge Icaza en su Huasipungo. Cuidado si Chávez no está incurriendo en esa práctica cuando reclama al Todopoderoso tiempo para hacer la revolución. Al final, Chávez no puede asumir la conducta del clérigo impío que regresa apresurado a una interpretación del mundo que se le justificó a un pueblo por su estado primitivo. Hay una enseñanza cuya autoría puede atribuirse a Chávez, y esa tiene que ver con el sinnúmero de contradicciones que le ha sumado al proceso revolucionario. Cuán difícil es distinguir entre el pueblo revolucionario y aquel que vestido de harapos acredita el robo bajo el pretexto del hambre; una máxima que Chávez, sin medir las consecuencias, defendió hace años en Angostura. En verdad, es duro comprender que en las legiones de damnificados que reclaman vivienda propia están quienes una vez obtenidas las venderán al mejor postor para volver al rancho. Chávez clama por una vida llameante, pues bien, no debe olvidar que a la contrarrevolución le interesa más el Cristo de la cruz y la corona de espinas, que el Jesús subversivo de la Encíclica Papal de Juan XXIII. La confusión es grande; no es lo mismo el rito de Chávez, donde se mezcla toda suerte de angustias y frustraciones que al añorado rito de nuestra niñez ese de “los Reyes Magos que en nuestra infancia venían misteriosamente cuando ya todos los chiquitos estábamos dormidos, para dejarnos en nuestros zapatos algo muy deseado”. Antes que pedir por alargar su vida, Chávez debe invocar por devolverle al pueblo aquel candor. Antes que proponernos una tierra prometida, optar más bien por “cosas así, no grandes, sino pequeñas y modestísimas cosas, que nos regresen a la fe absoluta de los niños”. Nada de tanques y de aviones, cuyas adquisiciones bajo el pretexto de defender la soberanía sólo sirven para enriquecer a los comisionistas. Si Chávez persiste en esta “desoladora confusión de hermosos ideales y torpes realizaciones”, en ser el Cristo crucificado, arriesgará a todo un pueblo a una nueva versión del holocausto, y del Socialismo Siglo XXI sólo quedarán los restos de una ilusión, “sólo fragmentos de un sueño soñado”. Ha llegado el momento de definir quién o quiénes recibirán el testigo, para luego es tarde. Es hora de dejar ir por el sumidero de la Historia, esa presunción tan promocionada por un oscuro cagatintas apellidado Valderrama según la cual para que la revolución llegue a feliz término se hace imprescindible la omnipotente presencia del comandante Presidente. Si algo ha hecho daño a este proceso es precisamente el culto a la personalidad, sobre todo porque le adhiere actas de nacimiento y defunción, por todo ello, es contrarrevolucionario insistir en el falso axioma de con Chávez todo, sin Chávez nada.
URGENTE. Alerta con la nueva Ley del Trabajo. El contenido es responsabilidad de un personaje de la IV República muy cuestionado hace unas décadas por su relación con un caso de máquinas electorales. Pretender que los asalariados no puedan disponer de sus prestaciones sociales es despojarlos de su legítimo derecho.
CUIDADO. Ramos no da un paso si no consulta a la “invencible” troika amarilla. Algo se traen entre manos con su llamado a diálogo y su insistencia en hacer ver a Diosdado como sucesor de Chávez.
SUPLICANTE. Un anónimo de las montañas andinas reza: Un hombre de rodillas es la mitad de un hombre. Cualquier similitud con Oswaldo Guillén es pura coincidencia.
TRIANGULACIÓN. El caso del secuestro es que hay más víctimas que los propios secuestrados. Días antes de que ocurriera el incidente donde perdiera la vida la hija del cónsul de Chile, habían intentado secuestrar a un hermano de esta, acción que se frustró cuando los agraviados se dieron a la fuga. En el argot policial, el vehículo ya estaba marcado. En la segunda oportunidad, los policías lo intentan de nuevo e improvisan una alcabala con el fin frustrado anteriormente y pasarlos a otro carro ya “negociados” con otros delincuentes. Allí, los muchachos resuelven escapar de nuevo y es entonces cuando, buscando que se detengan, los funcionarios disparan primero al aire y cuando no consiguen el objetivo abalean indiscriminadamente al vehículo que transporta a sus víctimas. Las interrogantes: ¿quién autorizó la salida de la comisión policial y el operativo de la alcabala?, ¿qué registra el libro de novedades? Se supone que existe una coordinación entre los distintos organismos para este tipo de operativo, en consecuencia, ¿las otras policías del sector tenían conocimiento del mismo? ¿Desde los organismos policiales están “vendiendo” a los delincuentes a las futuras víctimas de secuestros? ¿Por qué, en ocasiones, los funcionarios contactan a delincuentes con experiencia en secuestros para que sirvan de intermediarios en determinados casos? ¿Trabajan en conjunto hampa y policía? ¿Si triangulan los teléfonos de los secuestradores, por qué no triangulan los teléfonos de los funcionarios? De acuerdo a los secuestros o intentos que se iniciaron en el 2010 con el plagio y asesinato del presidente del Centro Uruguayo Venezolano, que continuaron con los casos de Maracaibo (los hijos del cónsul chileno), el diplomático mexicano (luego también asaltada su residencia) y recientemente el agregado comercial de la embajada de Costa Rica, vale preguntar si estaremos ante hechos fortuitos sin coordinación alguna, o por lo contrario presenciamos una escalada en contra de los diplomáticos extranjeros destinada a crear una atmósfera de incertidumbre cuando se cite a Venezuela. ¿Tienen los secuestros recientes objetivos políticos o más bien socioeconómicos? ¿Si son políticos cuáles son las motivaciones ideológicas que han movido a sus autores? ¿Podrá el ministro del Mppij responder a estas interrogantes? ¿Será que algún día tendremos una réplica de Francesco Serpico, aquel oficial retirado del Departamento de Policía de Nueva York, quien en 1971 fue el primer policía en declarar como testigo en un sonado juicio contra la corrupción policiaca?
SHANGRI-LA. En el significado espiritual del budismo, Shangri-La es un mundo escondido al cual es imposible acceder. Se trata de un lugar ficticio descrito por James Hilton en su obra Horizontes perdidos (1933): una tierra de felicidad permanente, aislada del mundo exterior, buscada por aventureros y exploradores. Hasta allá, durante los días santos, llegó un ex director de Inteligencia. Pero no arribó a la reseñada por el novelista británico, sino a la propiedad de un empresario petrolero vacacionista en los Ranchos de Chana, en Margarita. El inmueble perteneció antes a Oswaldo Cisneros. ¿Qué se trató en el encuentro? ¿Temas particulares? ¿Petróleo? ¿Gasolina? ¿Seguridad? El nuevo amo de la solariega casa de playa bautizada con nombre de paraíso perdido le ha revelado a sus más íntimos sus problemas con Pdvsa porque no le pagan. ¿Qué velas tendrá el ex director de Inteligencia en ese entierro? ¿Aventurero? ¿Explorador? ¿Turista o mediador?
VELACIÓN. Las prácticas distintas al cristianismo alcanzan a connotados personajes. Por ejemplo, Eladio Lárez acostumbra a “despojarse” con un espiritista en Sorte. Hay una gráfica donde aparece cuando le practican una “velación de limpieza” y como testigo está Tatiana Capote.
COERCIÓN. Últimamente, la extorsión se ha hecho común entre ciertos medios de comunicación, inclusive aliados con similares fuera del país. Por ejemplo, nos encontramos con el caso de extorsión al Grupo Davos. Allí ciertos medios de comunicación rebuscaron y fabricaron evidencias para publicarlas firmadas bajo seudónimos. Vale señalar que en Miami tiene su asiento una red con ramificaciones en Venezuela, cuyo objetivo es amenazar a firmas del ámbito financiero con publicar información en contra siempre y cuando el amenazado acceda a entregar dinero para cesar la campaña. En el caso del Grupo Davos hay no sólo un interés crematístico, sino se busca echar pasar al olvido a operaciones con préstamos y sobregiros personales y familiares, utilización de más de 9 millones de dólares sin reportar, de una operación paralela, con la finalidad de desbancar al grupo. Hay relaciones con la conformación de un banco en Dominica, a través del cual se hacen operaciones financieras que en países con rigurosos sistemas de control sería imposible realizar. En la confabulación se encuentra comprometido un medio de Miami en combinación con impresos venezolanos.
EVIDENCIAS. Absolutamente cierta la versión expresada por José Ignacio López en su testimonio Golpe de Radio, los tres días que transmitimos peligrosamente, cuando afirma que fue en la torre Parque Cristal donde se grabó la proclama que el 11A leyó el contraalmirante Héctor Ramírez Pérez llamando a la insurrección militar en contra del gobierno de Chávez. Pero, para ser más preciso, el sitio está ubicado en la oficina de un empresario en el piso 3 de Parque Cristal.
CAUTIVERIO. El 23 de enero de 2012 (hoy hace exactamente 80 días) fue secuestrado el empresario gastronómico Juan Cortés. Desde entonces permanece en manos de sus captores. Se desconoce su destino. Sin desmerecer el tormento de Cortés, el drama no se queda en él, sino en la familia que vive todo el horror que ello conlleva. Además, llama la atención la indiferencia oficial ante este caso. Como Camus en La Peste hace ver que el drama no eran “los viejos tranvías que pasaban abarrotados de cadáveres al anochecer, sino los vivos, que les lanzaban flores desde las azoteas, sabiendo que ellos mismos podían tener un puesto reservado en el tranvía de mañana. El drama no eran los que escapaban por la puerta falsa del cementerio -y para quienes la amenaza de la peste había, por fin, terminado- sino los vivos que sudaban hielo en sus dormitorios sofocantes, sin poder escapar de la ciudad sitiada”. Hoy es Juan Cortés, pero cualquiera puede ser mañana. Me pregunto sí, como cuenta García Márquez en Noticia de un secuestro, los buenos vecinos podrán desplegar un día banderas en las ventanas de los edificios más altos, y saludar con una primavera de pañuelos blancos y una ovación inmensa la jubilosa aventura del regreso de Juan a casa.
OCULTO. Cosas que no se saben. Hace tiempo atrás fue secuestrado un hijo de Rafael Poleo. Las incidencias del plagio no trascendieron. Por su rescate se pagó algo más de un millón de bolívares fuertes. Las diligencias para reunir el dinero exigido por los captores estuvieron a cargo del editor de un medio de circulación nacional. ¿Cuántos secuestros hay que no se denuncian? Próspera industria.
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