jueves, 31 de mayo de 2012

Muertos por humo ajeno

El cigarro no solo perjudica la salud de quienes fuman, sino también de los que están rodeados por el humo. Informe confirma que el riesgo de sufrir angina de pecho o infarto aumenta en 55% en los no fumadores

ANDREA DENNIS/TalCualDigital
Jamás en sus 37 años de vida, Mariela acarició un cigarrillo entre sus dedos, ni siquiera en los días de bachillerato llegó a patear la bocanada del humo del primer cigarro que los adolescentes se fuman en el patio trasero del liceo. Y sin embargo, Mariela Muñoz, secretaria ejecutiva y madre de dos niñas, está recluida en una clínica privada bajo tratamiento severo de un enfisema.

Única hembra de un hogar de ocho varones fumadores, incluyendo a su padre; y luego casada con un fumador consuetudinario, al punto de que, durante sus dos embarazos ella debió echarlo de la casa, Mariela podría ingresar a la lista de los 5 millones de no fumadores que mueren por culpa del humo ajeno que exhalan 1.200 millones en el mundo.

Desde hace tiempo, los expertos en salud vienen alertando acerca de los efectos negativos del tabaco en los fumadores pasivos. Y es que el tabaco no sólo perjudica la salud de aquellos que encienden un cigarrillo, sino también de los que están rodeados por el humo.

Ahora, un estudio confirma que el peligro es aún mayor del que se pensaba y, así, el riesgo de sufrir una angina de pecho o un infarto de miocardio aumenta entre un 50 y un 60% entre estas personas.

Estos datos son superiores a los que se difundían hasta ahora, pues se consideraba que el riesgo de convivir con el humo de un fumador aumentaba el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares en un 25-30%.

Pero las nuevas conclusiones, que son fruto del estudio realizado por investigadores británicos y publicado en el British Medical Journal, bajo financiamiento de la Fundación Británica del Corazón, nos plantea una nueva interrogante ¿Cuál ha sido la razón de este sensible incremento? Bastante sencilla: hasta ahora, los estudios no tenían en cuenta nada más que el hecho de compartir hogar con un fumador. Ahora, se han valorado también otras situaciones.

CIFRAS QUE MATAN

Según la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud, el tabaquismo es la principal causa prevenible de mortalidad en el mundo. De hecho, este año más de 5 millones de personas morirán por ataque cardíaco, accidentes cerebrovasculares, cáncer, dolencias pulmonares u otras enfermedades relacionadas al hábito de fumar.

En estas cifras, no se incluyen las más de 600 mil personas -más de una cuarta parte de ellas niños y niñas- que morirán por haber estado expuestas al humo de segunda mano o, lo que es lo mismo, por ser fumadores pasivos... De no ponerse un coto a esta situación pronto, el número de muertes que se cobra cada año la epidemia global de tabaquismo podría alcanzar los 8 millones en el 2030.

Visto que fumar es uno de los principales factores de riesgo para cáncer (sobre todo el de pulmón), la Sociedad Anticancerosa de Venezuela (SAV) se suma a la lucha contra este vicio que actualmente atrapa de manera directa a 30% de la población, y que incide negativamente en la salud de otro tanto, como fumadores pasivos que son.

Aunque, por lo general, la SAV resalta los perjuicios del hábito de fumar; ésta vez el llamado es a insistir en que se respete el derecho de todos a respirar aire puro, ya que al inhalar el humo que otros exhalan, los fumadores pasivos introducen a su organismo de manera involuntaria más de 4.000 compuestos químicos que contiene el cigarrillo, de los cuales más de 60 son causantes de cáncer.

Además, hay que decir que fumar pasivamente tiene el agravante de no contar con la mínima protección que pueda ofrecer el filtro del cigarrillo al fumador. Para atacar el problema de raíz, el director del Departamento de Tabaco de la Sociedad Venezolana de Neumonología y colaborador de la SAV, el doctor José Ramón Silva, considera que las clínicas y hospitales deberían ofrecer no sólo servicios de pesquisa de cáncer de pulmón, sino también brindarle al fumador opciones para abandonar el vicio como asistir a grupos de apoyo especializados, por ejemplo.

UNA BALA EN LA BOCA (recuadro)
El monóxido de carbono presente en el cigarrillo se mezcla con la hemoglobina de la sangre creando la sustancia llamada Carboxihemoglobina, la cual impide la conducción del oxígeno en la sangre. Todo esto ayuda al desarrollo arterioesclerótico, ya que las arterias se llenan de placas grasosas y se vuelven rígidas

El cigarrillo contiene cianuro de hidrógeno. Suena terrible, pero es la verdad. Esta sustancia paraliza las vellosidades que cubren los pulmones y que le sirven para defenderse de materias extrañas. Por esta razón los venenos entran rápidamente al pulmón. De ahí que organismo del fumador se defienda obligándolo a toser.

El cigarrillo es causa frecuente de enfermedades cardíacas. Desde el primer cigarrillo, comienzan los problemas. Una simple bocanada acelera el ritmo cardíaco, de 5 a 20 latidos por minuto. Es decir que el corazón bombea más sangre, pero la nicotina hace que los vasos sanguíneos se contraigan, de tal modo que la sangre no puede fluir fácilmente.

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