Al estado Anzoátegui lo vistieron de rojo para hacer campaña por Chávez, entre carteles y cintas maquillaron la ciudad para la visita del presidente. Pese a toda la parafernalia la lluvia se hizo presente y apaciguó los ánimos de las personas que ya se encontraban molestas por la actuación del gobernador.
En Anzoátegui todavía no se han vestido de fiesta electoral. Las calles no están tapizadas de afiches buscando la reelección de Chávez, pese a que el candidato visitó esa entidad ayer.
En modestas casas se podía apreciar el "Chávez, corazón de mi patria" pero en la avenida Jorge Rodríguez de Barcelona, donde se dispuso la tarima principal del acto oficialista, sí había toda clase de propaganda, desde un muñeco inflable de Chávez hasta los camiones con las canciones y pancartas en apoyo al candidato. "Te amamos Comandante" se leía en una pancarta con globos de corazones, toda la logística estaba dispuesta para convertir el acto político en un show.
Trascendió que las clases fueron suspendidas por el gobernador de la entidad, Tarek William Saab, buscando que no hubiese excusa para no asistir a la concentración.
Antes de que llegara el candidato, ya la gente se agolpaba, aunque la lluvia intermitente amenazaba con arreciar y dispersaba los ánimos y los cuerpos.
Gaby Torrijos señalo que fue por voluntad propia, "Yo estoy aquí por amor a Chávez y con él, truene, llueve o relampaguee". La mujer, de militante rojo rojito, sin embargo admitió que la Gobernación no lo ha hecho bien y, por tanto, no ocultó su descontento con el mandatario regional.
El trazado del recorrido también sirvió para que motorizadas lo circularan portando banderas rojas y los rostros ocultos.
El ruido lo ponían los motores y los gritos de "uh, ah, Chávez no se va".
Por cierto que las calles fueron parapeteadas para que lucieran mejor.
Los "toques técnicos" buscaban disimular el deterioro de la calidad, aunque dejaron las evidencias con escombros en las aceras. "Mira este desastre", esbozó una señora vestida de rojo.
CAMIÓN DE PUEBLO La presencia del candidato se retrasó, y mucho. Casi a las 5 y media de la tarde, el abanderado rojo salió en su carroza para recorrer los dos kilómetros hasta la tarima donde dio su discurso.
Acompañado por la procuradora Cilia Flores, la ministra Isis Ochoa, el presidente del Legislativo Diosdado Cabello, la jefa de gobierno del Distrito Capital Jacqueline Farías, y su jefe de campaña, Jorge Rodríguez, entre otros. En la tarima lo esperaban los gobernadores de Anzoátegui y Bolívar, Tareck William y Francisco Rangel Gómez, respectivamente, así como los diputados Earle Herrera, Darío Vivas, Blanca Eeckout, Luis Acuña y Aristóbulo Istúriz. También en la tarima se montó el candidato para gobernar Nueva Esparta por el PSUV, el militar retirado Carlos Mata Figueroa.
Hugo Chávez se vistió de verde olivo, cual militar, y se adornó con la tradicional boina roja y una bufanda amarilla. Así se mostró frente a las entre 25 mil y 30 mil personas agolpadas en Barcelona, según admitió un dirigente pesuvista, una cantidad mucho menor a las 60 mil anunciadas por Tarek William o las 100 mil que aspiraba reunir el propio Jorge Rodríguez. La multitud incluyó habitantes de estados vecinos como Nueva Esparta, Sucre y Monagas.
La espera de Chávez se vivió con música en directo y grabada, que buscaban calentar el ambiente, aunque el objetivo lo cumplían mejor las infaltables bebidas espirituosas. Este, fue el primer acto de calle de Hugo Chávez como candidato después del inicio de campaña. Al cierre de esta edición, se esperaba que diera sus palabras a los asistentes.
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