Se cumplen 50 años de la histórica primera colada de Sidor. La empresa ha perdido casi 60% de su capacidad de producción y los resultados serán la mitad de la meta de 2012. En 2008 la producción cayó a 3.8 millones de tons/año. En 2009, a 3.1. En 2010, a 1.8 millones. Un retroceso de 36 años
DAMIÁN PRAT C. /Guayana/TalCualDigital
Sidor cerró el primer semestre de este 2012 con una producción de 922 mil toneladas de acero líquido, misma cantidad que en 2007, antes de la estatización, producía en sólo dos meses y medio.
Al proyectar el año completo, tenemos que nuestra otrora gran siderúrgica no llegaría a 2 millones de toneladas, cuando en 2007 esa cantidad se lograba en 5 meses.
La producción de 2007 fue de 4.3 millones de toneladas de acero y la meta "de recuperación", propuesta por este mismo gobierno y la empresa para 2012, luego del magro resultado 2011 de 2.4 millones, era que a la fecha se habrían producido 1 millón 830 mil toneladas, de modo que Sidor ha perdido casi 60% de su capacidad de producción e incluso los resultados son la mitad de la meta modesta por ellos mismo fijada.
En ese lamentable estado de estancamiento y retroceso, Sidor recordó ayer el 50 aniversario de la primera colada de acero, fecha que debió ser de celebración pero que dada la ruina productiva y la mezquindad gubernamental en negar toda la obra anterior, se limitó a unos discretos actos protocolares.
UN MIRADA DE LARGO ALIENTO
El 9 de julio de 1962, el entonces presidente Rómulo Betancourt acudió a Sidor, que apenas empezaba y pulsó el botón que permitió arrancar la primera colada de acero y con mineral de hierro venezolano pues en Caracas ya existía Sivensa de capitales privados, de dimensiones más modestas que trabajaba con chatarra. Ya Sidor trabajaba desde un año antes fabricando tubos para la industria petrolera, pero con acero importado de Italia.
Guayana era tierra inerte pero con un gran potencial para encauzar el desarrollo nacional: la hidroelectricidad del Caroní que se comenzaba a desarrollar y las reservas de mineral de hierro que explotaban dos transnacionales estadounidenses por concesiones otorgadas por la dictadura militar.
También el potencial de gas natural asociado a la extracción petrolera en Oriente, esa magnífica "autopista" con salida al Caribe y al Atlántico que es el Río Orinoco y un área casi despoblada para iniciar una nueva ciudad moderna y planificada.
Pero en Venezuela no había experiencia siderúrgica, profesionales conocedores y tampoco obreros calificados. Llegaban en masa pescadores y campesinos a trabajar en la industria y en primer lugar aprender.
El primer presidente de Sidor, Argenis Gamboa fue también el primer ingeniero metalúrgico de Venezuela, graduado en el exterior mediante una beca. No existía esa carrera en Venezuela. Otro de sus principales gerentes de entonces, César Mendoza, luego presidente de la factoría, era uno de sólo dos cursantes en Ingeniería Eléctrica en la UCV y debió terminar la carrera en el exterior cuando la dictadura cerró la UCV. Era la herencia que encontraba la democracia.
"Ciertamente, el propósito que nos animaba a todos, incluyendo a los gobernantes era abrir un camino para dar a Venezuela más independencia y soberanía al ser capaz de producir su propio acero, productos decisivos e indispensables para la construcción, la manufactura que haría posibles otras industrias como la automotriz, la de electrodomésticos, envasados y muchas mas", nos dijo ayer César Mendoza en nuestro espacio radial en Puerto Ordaz.
"Y sobre todo impulsar un gran plan nacional de desarrollo basado en la industrialización uno de cuyos puntales claves era producir acero, planchones, cabillas, perfiles, laminados, alambrón", remató.
La naciente Sidor creó su propio centro de entrenamiento de personal y centros de formación social en la naciente comunidad para adaptarlos a la vida urbana.
Con los años, Sidor fue creciendo. Al construir los laminadores, la ampliación de sus acerías Siemens Martin y el gran paso fue a mediados de los 70 con el llamado Plan IV y sus modernas acerías eléctricas, su planta de pellas y de HRD para hacer llegar la capacidad instalada a 5 millones de toneladas anuales de acero y aprovechar cada vez más porcentaje del mineral de hierro nacional con la industria ya nacionalizada.
Luego, en los casi 10 años de la privatización, Sidor creció mucho más, modernizando sus procesos, invirtiendo en ampliaciones y tecnología y por vez primera se produjeron más de 4 millones de toneladas durante tres años, hasta que Chávez decretó el "estatismo salvaje" .
Nunca más se creció. No hubo más "valor agregado". En lugar de superar carencias se retrocedió. En 2008 la producción cayó a 3.8 millones de tons/año. En 2009 a 3.1. En 2010 a 1.8 millones, un retroceso de 36 años. En 2011 a 2.4 millones y este 2012 que se proyecta por debajo de 2 millones.
La "revolución" le pagó más de 2 mil millones de dólares a la transnacional por la compra de su 59% accionario pero en un acto de odiosa discriminación a los venezolanos, no le ha pagado ni un bolívar a las 15 mil familias de sidoristas propietarios del 20%.
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