De los alegres turistas asistentes al Foro de Sao Paulo, que el Gobierno trajo a Caracas (pasaje de avión, comida y hotel pagados con dinero de los venezolanos), habrá al menos dos que se fueron con las dudas, porque el paraíso socialista bolivariano que les vendieron terminó en un infierno en la avenida México. El asunto es como sigue: cada invitado extranjero al Foro contó con escolta especial asignado por el muy eficaz ministro El Aissami, por aquello de la inseguridad. Pero, como suele suceder en estos "ventetú" marxistas, el viernes en la noche, luego que Chacu clausuró el evento, algunos guardaespaldas criollos dejaron el pelero y los camaradas quedaron sin protección. Como el trecho del Teresa Carreño al hotel Alba es muy corto, un español y un gringo se aventuraron a caminar. Adivinaron.
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Fueron sorprendidos por tres maleantes que los despojaron de euros, dólares, celulares y cámaras. De nada les valió que dijeran que eran revolucionarios y venían del acto del comandante. Uno de los choros, muy decente, les contestó "disculpen, yo soy apolítico".
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