ANTONIO MARIA DELGADO/ADELGADO@ELNUEVOHERALD.COM
Los venezolanos trataban de asimilar el miércoles la abrupta partida del presidente Hugo Chávez para recibir tratamiento médico en Cuba en medio especulaciones de que el mandatario atraviesa por una nueva crisis de salud, que se alimentan por la falta de transparencia oficial sobre el cáncer que lo aflige.
Chávez, quien repentinamente solicitó el martes permiso a la Asamblea Nacional para permanecer por tiempo indefinido en La Habana, había aparecido muy pocas veces en público desde que ganó los comicios del 7 de octubre, y su partida hacia la isla tampoco fue transmitida por la televisión estatal como en ocasiones anteriores, en un incumplimiento de protocolo que generó aún más incertidumbre.
Analistas dijeron que incluso la manera en que la solicitud fue realizada —a través de una escueta carta leída en un evento de celebración de la intentona golpista del 27 de noviembre del 1992 que Chávez tenía previsto presidir— denota que la situación médica del gobernante es mucho más delicada de lo que las autoridades dejan ver.
“Se esperaba que ese tipo de evento lo presidiera él [Chávez] y lo que se recibe a cambio es una nota, sacada debajo de la manga, solicitando a la Asamblea Nacional un permiso para salir del país” dijo el analista José Vicente Carrasquero.
“La reacción ha sido nuevamente un llamado a que se rinda cuenta sobre el estado del presidente. La gente siente que no tiene una información real sobre la salud de una persona que un día dice que está curado, y un tiempo después dice que tiene un tumor que le vuelve a crecer pero que luego desaparece. Y luego, después de ganar las elecciones del 7 de octubre, sólo sale nueve horas”, comentó Carrasquero.
La carta del mandatario al cuerpo legislativo fue el primer pronunciamiento público que Chávez hizo después de pasar diez días totalmente ausente.
El mandatario incluso había abandonado su cuenta de Twitter, que en los últimos meses se había convertido en uno de sus instrumentos más empleados para comunicarse con los venezolanos, enviando solo cuatro mensajes en noviembre, todos ellos escritos el primero de este mes.
Al solicitar el viaje, Chávez explicó que necesitaba trasladarse a la isla para someterse a “varias sesiones de oxigenación hiperbárica”, proceso necesario para complementar el tratamiento de fisioterapia que ha estado recibiendo y que sigue “consolidando el proceso de fortalecimiento de la salud” que Chávez dijo estar experimentando.
Pero personas que han estado siguiendo de cerca la salud del mandatario dijeron a El Nuevo Herald que el cuadro médico de Chávez ha estado deteriorándose en las últimas semanas y que el gobernante se había mantenido bajo los efectos de sedantes para soportar los intensos dolores que ha estado sufriendo.
“El tiene mucha molestia para caminar, fundamentalmente producto de la tumoración que está teniendo en la pelvis y en el fémur izquierdo”, dijo una fuente familiarizada con la situación que habló bajo condición de anonimato.
El analista Ignacio De León dijo que el repentino viaje a Cuba significa que a pesar de los desmentidos oficiales, los problemas de salud de Chávez obviamente no se han resuelto.
“No solamente por el viaje, sino por las pocas veces que Chávez ha aparecido desde que triunfó en las elecciones”, comentó De León.
Carrasquero dijo que la falta de información oficial y en particular el hecho de que Chávez incumplió con la norma protocolar de despedirse frente a las cámaras antes de abordar el avión ha dado pie a una serie de rumores.
“Recibes una cantidad de versiones que no se sabe si son verdad o mentira, pero que se producen básicamente porque la información que te están dando es insuficiente”, comentó Carrasquero.
“Irse a Cuba para hacerse un tratamiento hiperbárico en sí ya es algo que te genera cierta sospecha porque en Venezuela están instaladas una gran cantidad de cámaras hiperbáricas, y son muchos los sitios en el país donde puede hacerse ese tratamiento. No hay razones válidas para explicar por qué tendrías que ir a hacértelo en Cuba”, agregó.
Chávez, quien ganó la reelección en los comicios del pasado 7 de octubre, tiene previsto ser juramentado para un nuevo período de seis años en enero.
Durante su ausencia, las riendas del gobierno están siendo manejadas por el canciller y actual vicepresidente Nicolás Maduro y por el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, quien es el dirigente de la Revolución Bolivariana con mayor ascendencia dentro de las Fuerzas Armadas y el aparato burocrático del Estado.
El Nuevo Herald
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