SIMÓN BOCCANEGRA/TalCualDigital
La procesión anda por dentro del PSUV y, de vez en cuando, se asoma a la calle. Eso ocurrió el pasado sábado cuando el diputado regional de Apure, Freiman Páez, manifestó su descontento con decisiones tomadas en esa organización que fueron reproducidas en El Universal.
El parlamentario calificó a Diosdado Cabello como "el nuevo Stalin", por su estilo "prepotente y antidemocrático". Al diputado regional no le gusta la candidatura de Ramón Carrizález, apunta contra Cabello olvidando, o no queriendo recordar, que dicha postulación fue decidida dedocrática y participativamente por Chacumbele.
Todo indica que el presidente de la Asamblea Nacional se está convirtiendo en el gendarme del partido. En el hombre que va a los estados donde las aguas están más revueltas a tratar de poner orden. Lo hace con el mismo estilo que utiliza dentro del Parlamento y cuando ofrece ruedas de prensa. Con prepotencia, sintiéndose guapo y apoyao. Se impone como en los cuarteles: dando órdenes que tienen que ser acatadas sin chistar.
Páez le dice que debería ser más duro con los corruptos y apunta al entorno familiar del gobernador apureño, incluida su esposa, a quien no es la primera vez que señalan por esos motivos. Resalta Páez que una cosa es la disciplina militar, la que le gusta a Cabello, y otra la revolucionaria.
Hay que recordarle que a Stalin le agradaba una disciplina parecida a la de Cabello y no era militar, sino revolucionario. Otro dato que debería poner a reflexionar a quienes comparten las preocupaciones de Páez dentro del PSUV, es que de 23 candidatos a gobernador 12 son formados en la Academia Militar. Allí enseñan a mandar y a obedecer.
Eso de debatir, como reclama el parlamentario apureño, no está en su formación. Todo parece indicar que la pelea interna entre civiles y militares la está ganando Diosdado Stalin Cabello.
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