El gobierno de Evo, hizo lo que cualquier gobierno del mundo hace, un censo. En un país plurinacional las cuentas no vendrían nada mal. Pero Evo El Irreductible dejó claro que el censo se hacía de manera soberana, nada de estar complaciendo a los organismos internacionales ni dándoles datos para que después vayan con imposiciones fondomonetaristas
El camarada Evo Morales, mejor dicho, su gobierno, hizo lo que cualquier gobierno del mundo hace cada cierto tiempo para redondear los números y saber cuántos somos, un censo.
En un país plurinacional las cuentas no vendrían nada mal. Pero Evo El Irreductible dejó claro que el censo se hacía de manera soberana, nada de estar complaciendo a los organismos internacionales ni dándoles datos para que después vayan con imposiciones fondomonetaristas.
Lo paradójico es que Bolivia, tutelada por Venezuela que a su vez lo está por adivinen dónde, no tuvo empacho en copiarse el patriaomuertismo altiplánico. El ministro Giordani advirtió, para bochorno de Merentes, que la era de Don Regalón se iba a terminar y etcétera etcétera.
Parco como es este ingeniero eléctrico no alcanzó a decir que tales medidas exudaban sangre revolucionaria y que se tomaban con el apoyo del pueblo organizado y la movilización de las masas. Deja que yiseros y buseteros vayan a llenar el tanque para que sepa lo que es el pueblo organizado y la arrechera de las masas.
Lo curioso es que en Cuba hace tiempo se están dejando de zoquetadas y que en China, Mao es sólo una foto que nadie quiere bajar del presidium del PCC por pesada. ¿Rebelión en la granja?
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