A pesar de que importamos casi todos los ingredientes de un simple pabellón "criollo", desde hace años intentan crear en nuestra memoria la palabra soberana con frases como, pueblo soberano, ropa soberana en fin todo es soberano
Desde hace años venimos escuchando sobre una supuesta lucha por la soberanía. Según esa propaganda, comemos soberano, nos vestimos soberano, hablamos soberano, nos comunicamos soberano, bebemos soberano, leemos soberano, y demás soberanísimas soberanías.
Todo ello a pesar de que importamos casi todos los ingredientes de un simple pabellón "criollo", de que no producimos suficiente para preparar la mesa del almuerzo; de que importamos tanta ropa que, supuestamente, es la única razón posible para que el "gentleman" Pedro Carreño casi se vea obligado a ponerse corbatas Louis Vuitton o zapatos Gucci. Son tantas cosas que hacemos dependiendo del resto que en el diccionario chavista, ese que cambió el concepto de "nuevo gobierno" por el de "continuidad administrativa", capaz alguien está escribiendo el nuevo concepto de "soberanía". Se lo pueden decir a los funcionarios que cada día deben entrar a un puesto policial adornado con la bandera cubana, la cara del dictador cubano, y la cara de un guerrillero que luchó en Cuba.
No hay figuras propias a las que podamos honrar de tan dudosa manera, suponemos. Después de todo, este es un país donde ciertas instituciones y hasta cuarteles militares ondean banderas de la isla caribeña.
Fuente: TalCualDigital
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