SIMÓN BOCCANEGRA/TalCualDigital
En el acto de celebración del golpe del 4 de Febrero de 1992, el teniente Diosdado Cabello se volvió a poner su uniforme verde oliva y dijo sentirse muy orgulloso de su rango militar, respondiendo a quienes según él lo han denigrado y lo llaman tenientico.
Nosotros, desde esta minicrónica, le hemos recordado su grado militar pero no con intenciones peroyativas. Estamos seguros de que Cabello hubiera ascendido dentro de la jerarquía militar de no haber traicionado su juramento de respetar la Constitución y participar en el golpe de 1992.
En los diversos cargos que ha desempeñado ha demostrado gran capacidad de trabajo. Lo hizo cuando presidió la Conatel, ente desde el cual elaboró una Ley de Telecomunicaciones muy del gusto del sector empresarial.
En el propio Parlamento Cabello tuvo que luchar contra sus compañeros, que el primer año lo relegaron a una comisión secundaria de la AN, pero su actividad y poder dentro de las filas rojas lo catapultaron hasta la presidencia del ente parlamentario.
Nosotros no recordamos su rango militar para denigrar de él, simplemente lo hacemos porque Cabello se comporta en el Parlamento más como un teniente que como un diputado. Cree que está en un cuartel y actúa en consecuencia. Da órdenes y pretende que todos los demás diputados las acaten sin chistar.
En el propio Parlamento Cabello tuvo que luchar contra sus compañeros, que el primer año lo relegaron a una comisión secundaria de la AN, pero su actividad y poder dentro de las filas rojas lo catapultaron hasta la presidencia del ente parlamentario.
Nosotros no recordamos su rango militar para denigrar de él, simplemente lo hacemos porque Cabello se comporta en el Parlamento más como un teniente que como un diputado. Cree que está en un cuartel y actúa en consecuencia. Da órdenes y pretende que todos los demás diputados las acaten sin chistar.
Un diputado, y más si es el presidente del ente legislativo, debe buscar el consenso entre las distintas corrientes que hacen vida en su seno. Debe saber negociar y lograr que el ente que encabeza sea lo más productivo posible para los venezolanos.
Eso es lo que no entiende Cabello, y es comprensible pues no fue educado para ello, sino para dar órdenes y obedecerlas. Es por todo ello que le recordamos su grado, porque es un teniente, lo llamaremos simplemente diputado cuando se comporte como tal.
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