El alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, entregó este viernes las llaves de la ciudad al Rey Momo, personaje tradicional que encarna el carnaval y que dio el pistoletazo de salida a cinco días de fiesta.
La ceremonia se realizó en el Palacio de la Ciudad, un caserón colonial que hoy se convirtió en todo un desfile de samba, que sirvió como preludio del desenfreno que se extenderá por las calles de esta ciudad brasileña hasta el Miércoles de Ceniza.
El Rey Momo, un personaje bonachón al que se le encarga la dirección de la ciudad durante el carnaval, llegó al palacio abordo de un Ford Phantom descapotable color crema de 1929, acompañado de la reina y las princesas del carnaval, ya con su corona azul calada hasta las cejas y un impecable traje blanco con lentejuelas.
El soberano del carnaval está encarnado desde 2009 por el empleado de banca Milton Rodrigues da Silva Júnior, de 33 años, quien como manda la tradición es negro y gordo, aunque en los últimos años, estas características han dejado de ser una obligación legal.
El cortejo fue recibido por un par de saltimbanquis sobre zancos con disfraces dorados, con fanfarrias de trompeta y a gritos de "evoé", una palabra de origen latino que significa alegría y que se usa en Río desde hace un siglo para dar la bienvenida al carnaval, según explicaron responsables de la Alcaldía.
El alcalde de Río, con un sombrero Panamá blanco y una corona de plumas azules al cuello, besó la mano del Rey Momo y, con una rodilla en el suelo, le hizo entrega de las llaves de la ciudad, mientras sonaban los acordes de la canción "Cidade Maravilhosa", considerada como un himno oficioso de Río de Janeiro.
Entonces dos guardas municipales vestidos de gala arriaron la bandera olímpica que ondea al frente de la sede de la Alcaldía desde el pasado agosto, cuando Río tomó el relevo de Londres en la organización de los Juegos de 2016.
Los guardas introdujeron la bandera doblada en una caja de madera y la llevaron al sambódromo, recinto donde se celebrarán los desfiles de las escuelas de samba del Grupo Especial las noches del domingo y el lunes.
Al ceder el control de la ciudad al Rey Momo de forma simbólica, Paes deseó que los cariocas y turistas celebren el carnaval "con paz y alegría".
El Rey Momo declaró su amor por la samba y dijo que se toma con "responsabilidad" la tarea de "comandar la locura" en la que Río está a punto de verse sumida.
A continuación declaró abierto el carnaval con un grito, mientras una decena de percusionistas de Unidos da Tijuca, la escuela de samba campeona del año pasado, hizo un estruendo, como un breve anticipo de lo que preparan para su desfile.
El propio monarca fue el primero en sumarse a la fiesta bailando frenéticamente junto a la reina del carnaval, Evelyn Bastos da Silva, que usaba un vestido blanco con una reveladora abertura de la falda, que subía hasta la cadera y ondeaba al ritmo de la música
Globovision/EFE /
No hay comentarios:
Publicar un comentario