martes, 26 de marzo de 2013

Agente de Hezbolá con pasaporte diplomático de Venezuela

ANTONIO MARIA DELGADO/ADELGADO@ELNUEVOHERALD.COM
El presidente encargado Nicolás Maduro actuó como uno de los principales promotores de las operaciones de Hezbolá en Venezuela, manteniendo un contacto directo con uno de sus principales operativos que formaba parte de su cuerpo diplomático cuando se desempeñó como canciller desde agosto del 2006 hasta principios del 2013.


Fuentes de inteligencia dijeron a El Nuevo Herald que Ghazi Nasr al Din, señalado por el gobierno de Estados Unidos como uno de los más importantes representantes de Hezbolá en Venezuela, se mantenía en constante comunicación con el actual líder de la Revolución Bolivariana cuando se desempeñaba como agregado comercial del país sudamericano en Siria.

“Maduro es quien le da cubierta a Ghazi, que es la persona que controlaba todas las actividades de Hezbolá en Venezuela”, dijo una de las fuentes que habló bajo condición de anonimato.

Ese nombramiento le procuró a Ghazi la cubierta diplomática que necesitaba para moverse libremente en el exterior, desde donde coordinaba todas las operaciones de Hezbolá en Venezuela, dijo la fuente.

Hezbolá, una entidad libanesa fundada por un contingente de la Guardia Revolucionaria iraní y que es financiada por Teherán, es considerada por Washington y otros países como una organización terrorista.

Al incluirlo en su lista negra, el departamento del Tesoro dijo en el 2008 que Nasr al Din era un agente de Hezbolá en Venezuela que hacía uso de su posición como diplomático venezolano en los vitales esfuerzos de la organización de obtener financiamiento.

“Nasr al Din ha asesorado a los donantes de Hezbolá durante los esfuerzos para captar fondos y ha suministrado a los donantes información específica sobre las cuentas bancarias en las que los depósitos pueden ir directamente a Hezbolá”, declaró el departamento del Tesoro.

“Nasr al Din se ha reunido con altos funcionarios de Hezbolá en el Líbano para discutir temas operacionales, y también ha facilitado el viaje de integrantes de Hezbolá hacia y desde Venezuela”, agregó el pronunciamiento.

Según el documento, el diplomático venezolano facilitó el viaje a Caracas de dos diputados de Hezbolá en el Líbano que buscaban donaciones y organizó los viajes de integrantes de la organización a Irán para participar en un curso de entrenamiento.

Las fuentes consultadas dijeron que Nasr al Din mantenía una línea de comunicación directa con Maduro, cuando éste se encontraba a la cabeza de la cancillería venezolana.

“Cada vez que tenía un problema contactaba directamente a Maduro, saltándose la cadena de mando, incluyendo al viceministro para Medio Oriente. Tenía una línea directa, siendo un individuo claramente identificado por Estados Unidos como uno de los elementos más importantes que tiene Hezbolá en Venezuela”, sostuvo.

En una reciente audiencia ante el Congreso, el ex subsecretario de Asuntos Hemisféricos del Departamento de Estado, Roger Noriega, dijo que funcionarios de alto rango del gobierno de Venezuela se han convertido en agentes de Hezbolá, brindando respaldo material y logístico para las operaciones terroristas del grupo, incluyendo armamento, financiamiento y hasta documentación venezolana.

“Este tipo de cooperación ha convertido a Venezuela en uno de los aliados más importantes que tienen Irán y Hezbolá en el mundo”, dijo Noriega. “Ellos tienen colaboradores que por más de una década han ocupado cargos de alto rango en el gobierno venezolano”.

Posteriormente, en una entrevista con El Nuevo Herald, Noriega describió las relaciones de Hezbolá con el gobierno bolivariano como “fuertes y de larga data”, y expresó temor de que la Revolución Bolivariana, ahora con Maduro en el timón, se acerque aún más a la organización terrorista.

“Estoy muy preocupado por la posibilidad de que esta situación empeore bajo el liderazgo más débil de Maduro, quien podría depender más de ellos –y aumentar la cooperación con estos grupos terroristas, al igual que con Irán– que Chávez. Maduro no parece contar con la fortaleza ni la inteligencia como para evaluar el costo potencial que este tipo de relación podría tener para Venezuela”, puntualizó.

Maduro, por su parte, ha desestimado la gravedad de esos comentarios, atribuyéndolos a los pronunciamientos “demenciales” de algunos ex funcionarios estadounidenses.

“Nosotros solo le decimos a los enemigos de nuestra patria, se lo hemos dicho, inclusive, a le élite de los Estados Unidos; le hemos enviado un mensaje en nombre del gobierno revolucionario al presidente [Barack] Obama: presidente Obama, pare los locos que usted tiene”, advirtió el lunes Maduro.

“Roger Noriega y [el ex subsecretario de Estado] Otto Reich siguen conspirando y manejando mucho dinero para destruir la paz social de nuestro país. Si ustedes lograran perturbar con esos locos la vida social de nuestro país […] lo que podrían provocar es que esta revolución cambie de carácter y pase de la pacífica revolución que hemos tenido […] a otras formas de hacer revolución donde nos radicalizaríamos hasta las profundidades en la búsqueda del respeto a la soberanía de nuestro pueblo”, agregó.

Luis Fleischman, profesor adjunto de Sociología y Ciencias Políticas del Wilkes Honor College, de Florida, dijo que el gobierno bolivariano, cuando el presidente Hugo Chávez se encontraba al frente, encontró gran afinidad con las organizaciones antiestadounidenses, como Hezbolá.

“Desde el inicio hubo una tendencia de Hugo Chávez de usar a toda esta gente que tiene entrenamiento para este tipo de actividades. Ayudando a algunos de los elementos de Hezbolá a recaudar dinero”, comentó Fleischman.
Fuente: El Nuevo Herald


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