En verdad, quienes conocen a este veterano bombero (que de un día al otro pasó de copeyano a revolucionario), pueden dar fe de su adulancia, que lo hacer ver más como un servil en lugar de un servidor público.
Los bomberos que tocan la puerta de su despacho se asustan cuando ven un afiche gigante de Fidel Castro en la pared.
Y dicen que el trato que dispensa a los efectivos es por demás grosero y discriminatorio. En reciente entrevista a AVN aseguró que en los últimos 75 años del país, los bomberos de Caracas nunca recibieron ni un camioncito cisterna.
Ya ha habido molestias en Chacao y Baruta porque Martínez es tan sectario que se niega a prestarles ayuda a las alcaldías escuálidas.
TalCualDigital/NDO
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