Un muchacho del estado Lara cuenta cómo fue agredido por la Guardia. Aún tiene 4 perdigonazos en el rostro. Fiscal general niega violaciones de DDHH pero abundan denuncias que la contradicen. Una Ventana a la Libertad ofrece tips en caso de detenciones arbitrarias porque protestar es un derecho
KEILYN ITRIAGO MARRUFO/TalCualDigital
Entre el 15 y 16 de abril fueron más de 200 las detenciones que se ejecutaron en el marco de las manifestaciones post-electorales.
Pese a que la fiscal general, Luisa Ortega Díaz, haya insistido en que no se criminalizó la protesta y que todas las actuaciones de los cuerpos policiales y militares se hicieron bajo principios de respeto a la condición humana, muchas denuncias de arbitrariedades y violencia la desmienten.
El día martes 16, Ehisler Vázquez junto a un grupo de amigos fue a apoyar la marcha hasta el CNE de Barquisimeto para exigir el recuento de votos.
“En las inmediaciones del Sambil, ya disponiendo a irme, me sorprendió una tanqueta blanca de esas nuevas. Como pude corrí, me lancé entre los jardines, pero una tanqueta aproximadamente a 8 o 10 pasos de mí me dispara a quemarropa muy seguido. En el momento en el que medio levanto la cara, porque recibo dos disparos primero en la espalda, me dieron 5 perdigonazos que son los que me han afectado más”.
Vázquez fue levantado y trasladado inmediatamente por sus amigos, aún con la tanqueta arremetiendo pero ya de retroceso. Recibió ayuda ambulatoria por parte del personal del Sambil y luego una señora lo llevó al Hospital Central de la entidad.
Allí pudo ver al menos a unas 17 personas más con distintas heridas producidas por efectivos de la Guardia Nacional, organizados en un “grupo de choque”.
La Fiscal comentó la semana pasada que le parecía sospechoso que muchas víctimas no denunciaran las presuntas violaciones de derechos humanos sino hasta el 23 y 24 de abril, mucho tiempo después de lo ocurrido.
“Mi argumento es que yo no pude acercarme antes porque estaba luchando por mi vida”, le responde Vázquez.
En el Seguro Social Pastor Oropeza, este chico de 19 años fue intervenido dos veces. En la primera operación corrigieron el sangramiento en un vaso del ojo y extrajeron un perdigón.
Posteriormente, se le hizo cirugía plástica debido a la pérdida grande de tejidos, motivo por el cual aún permanecen 4 perdigones en su rostro. Personal de este centro de salud aseguró a TalCual haber atendido el caso y hasta proporcionaron material fotográfico preoperatorio como prueba.
PILAS ANTE UNA DETENCIÓN
Una Ventana a la Libertad, dirigida por Carlos Nieto Palma, ofrece un manual informativo para que la ciudadanía no permita abusos por parte del Estado.
1. Ninguna persona puede ser arrestada o detenida sino en virtud de una orden judicial, a menos que sea sorprendida in fraganti. Manifestar pacíficamente no es un delito, pero alterar el orden público, obstruir vías públicas y usar armas, sí lo es. De ser el caso, la persona deberá ser presentada ante un juzgado hasta 48 horas después de ser detenido.
2. Al detenido se le debe permitir comunicarse con familiares, abogados o asistencia jurídica.
3. Sólo las personas identificadas como funcionarios policiales pueden detener a alguien previa presentación de sus documentos de identificación.
4. Nadie puede ser obligado a declarar contra sí mismo, ni su cónyuge, concubino o concubina, o pariente dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad. Son nulas las declaraciones que sean hechas sin presencia de abogado.
5. De ser torturado por un funcionario público, en las circunstancias que sea, debe acudir a la Fiscalía para presentar la respectiva denuncia y para que se ordene el examen médico forense necesario para determinar la magnitud de los daños causados.
6. La autoridad policial que realice la detención debe dentro de un lapso de 12 horas para poner al detenido a las órdenes del Ministerio Publico, quien a su vez deberá dentro de las 36 horas siguientes presentarlo ante un juzgado.
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