JORGE HERNÁNDEZ | EL UNIVERSAL
Evitan el paso desordenado de peatones por el área central de las principales avenidas de Caracas y protegen a los ciudadanos que caminan por puentes o áreas de alta circulación de vehículos. Esas funciones primordiales de las barandas en la ciudad se perdieron con su deterioro, robo y falta de mantenimiento eficaz, señala América Rondón, líder comunal del municipio Sucre.
A lo largo de las avenidas Francisco de Miranda, Andrés Bello, San Martín, Bolívar y Sucre de Catia hay barandas que desaparecieron por tramos producto de accidentes de tránsito, de indigentes que las rompen para vender el hierro y de ciudadanos que simplemente se dedican a retirarlas para evitar cruzar en las esquinas con los cambios de luz en cada semáforo peatonal, destacaron Rondón, y Celia Marcano, líder vecinal de la parroquia San Juan de Caracas.
Marcano señaló que el daño de al menos 25 barandas en la avenida San Martín afecta directamente la movilidad de vehículos y genera accidentes de tránsito cada mes. "Los vecinos se valen de eso para cruzar donde mejor les parece. Irrespetan las señales de tránsito y culminan arrollados por motorizados y conductores. En horas pico los peatones se atraviesan en las vías y aumentan el congestionamiento vial".
Desde la plaza Artigas hasta la esquina de Angelitos, por El Silencio, hay barandas dobladas, rejillas con huecos y vigas de hierro que ocupan vías rápidas desde hace más de seis meses, agrega Marcano.
Ingenieros de la dirección de Infraestructura del Gobierno del Distrito Capital aseguran por su parte que en el municipio Libertador hay empresas trabajando en la recuperación de barandas de la avenida Bolívar, Sucre, Andrés Bello y San Martín. No precisan cuando serán reinstaladas o reparadas con apoyo de algunos consejos comunales. "También hay que reconstruir brocales y eso debe presupuestarse con tiempo", indicaron.
En las cercanías al mercado de La Hoyada hay diez metros lineales de puentes sin barandas, que colindan con la avenida Fuerzas Armadas. Allí solo fue colocada una cinta que indica "peligro, no pase". Comerciantes informales del sector afirmaron que llevan más de dos meses esperando la colocación de una estructura de hierro que proteja a los peatones.
En las avenidas Sucre y Andrés Bello también hay tramos sin barandas y estructuras que apenas cuelgan de tornillos oxidados con el tiempo. "Una cooperativa de vecinos las repara cada mes en la avenida Andrés Bello, pero los indigentes se las roban para vender el hierro. Tampoco hay vigilancia que impida esos daños", denunció Gilberto Amundaraín, líder vecinal de Sarría, parroquia El Recreo.
Iris Rosales, vecina de Catia, destaca que en la avenida Sucre los daños de barandas son producto de accidentes de tránsito y de motorizados que rompen brocales y estructuras de hierro para cruzar entre avenidas.
Mientras que Rondón afirma que desde Petare hasta Los Dos Caminos ya cuentan otras 15 barandas destruidas que requieren mantenimiento eficaz.
"En la avenida Francisco de Miranda ha sido imposible ejecutar un plan de mantenimiento de barandas centrales. Los gobiernos municipales no cuentan con recursos para repararlas", explicó Rondón.
Carmine Romano, director de obras de la Alcaldía de Sucre aseguró que su dependencia "no tiene presupuesto este año para la recuperación de barandas". No obstante, el daño de esas rejas por el Unicentro El Marqués será asumido por funcionarios del Instituto de Transporte de Sucre.
"Están en los últimos toques del proyecto. Mientras resolvemos el tema presupuestario tenemos una cuadrilla que intenta repararlas. Recogemos los trozos dañados y los llevamos a un taller de la Alcaldía del municipio Sucre en Campo Claro. Aplicamos alguna reconstruyen, pero ha sido bien difícil conseguir el hierro para armar las platinas de las barandas o para reparar las alcantarillas. Cada baranda será colocada dependiendo de la oferta de materiales en el mercado, muchos están escasos en los cinco municipios", alertó Romano.
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