Este 5 de julio se conmemoran 202 años de la Declaración de la Independencia de Venezuela que llevó a la culminación de años de dominio español.
Venezuela está en riesgo de ser pasto para la bota de los hermanos Castro. Esos dictadores que secuestraron a Cuba hace más de 50 años y que, gracias a Hugo Chávez, Nicolás Maduro y su séquito de traidores a la Patria, están dirigiendo la vida de los venezolanos.
Pero de nuevo millones de venezolanos resisten al invasor que, con la complicidad de los gobernantes de turno, ha utilizado todo tipo de artimañas de dominio para castrar la voluntad del ciudadano. Uno de estos ardides ha sido ponerle las garras a la educación en todos los niveles de instrucción.
Lamentablemente, la población sin comprender a cabalidad los objetivos del gobierno, ha permitido que en los primeros niveles de enseñanza se haya impuesto una corriente que castra el pensamiento crítico; que baja el nivel de los conocimientos; que distorsiona la historia patria; que desprecia el cumplimiento de los lapsos lectivos de ley y que obliga a promover automáticamente al alumno sin evaluación de las destrezas, habilidades y conocimientos obtenidos. Y aunque parecería que hay un cierto despertar con incipientes reclamos de la ciudadanía por esta distorsión perniciosa, desafortunadamente ya son millones de mentes jóvenes proclives al dominio.
A pesar del redoblado empeño y el perfeccionamiento de los ardides del gobierno Chávez-Maduro para destruir a la Universidad, tanto a las autónomas como a lasprivadas, estas han demostrado una mayor resistencia a la amputación de la voluntad de los educandos. Entre otras artimañas se cuentan:
1) La creación de entelequias de enseñaza de nivel superior con las que han cometido fraude contra el futuro de miles de jóvenes, quienes no han sido preparados para afrontar los retos profesionales.
2) La búsqueda continúa para abolir la libertad de cátedra y así ponerle fin a la autonomía universitaria.
3) El estrangulamiento económico a las cinco universidades autónomas, las de mayor prestigio del país y las que son reconocidas a nivel internacional por la calidad profesional de sus egresados en todo tipo de disciplina. Este ahorcamiento se ha llevado a cabo reconduciéndoles el presupuesto por más de un quinquenio, induciendo con ello sostenidamente el deterioro de la calidad de la enseñanza; la obsolescencia de la tecnología y los equipos de instrucción; la merma en los programas de investigación; el detrimento de la infraestructura y el menoscabo en la planta de docentes, quienes hoy son uno de los profesionales infravalorados y peor pagados en el país y en la región.
4) El cerco violento, con grupos de ataque oficialistas que ponen en riesgo la vida de los estudiantes, profesores y obreros y que destruyen el patrimonio del Estado.
Pero, contra viento y marea los universitarios siguen luchando para impedir que en Venezuela se imponga esa esclavitud que el Libertador Simón Bolívar dijo era “hija de tinieblas, un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción”.
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