Por: VenEconomía
Este lunes 1° de julio dio inicio en Moscú la II Cumbre del Foro de Países Exportadores de Gas con unos 15 mandatarios que debatirán, entre otros tópicos, sobre los mecanismos de preservación, estimulación del consumo y comercialización eficiente de este recurso no renovable.
Tiene mucha lógica que el gobierno de Vladimir Putin promueva este tipo de reuniones, pues Rusia tiene las mayores reservas de gas convencional y de lutita y es el más importante exportador de gas en el mundo, siendo el proveedor principal de este combustible para casi toda Europa, conjuntamente con otros países de Asia Central que pertenecían a la URSS.
Lo que no tiene ninguna lógica y da vergüenza es que Nicolás Maduro, un mandatario impugnado y con cuestionada legitimidad en el gobierno de un país que está sumido en una profunda crisis económica, se haya presentado en esta cumbre tratando de promover la imagen de que Venezuela es un país exportador de gas.
La lamentable realidad es que Venezuela ha dilapidado en estos 14 años su potencial como país productor de gas.
Hoy Venezuela importa gas de Colombia, y casi todos ¿o todos? los proyectos en esta área están atrasados o condenados al fracaso o se han quedado en el papel de la propuesta y los dineros en los bolsillos de los fariseos boliburgueses .
Los atrasos en el desarrollo de La Perla, cercano a la Península de Paraguaná; en la Plataforma Deltana, cerca de la boca del Orinoco, son incalculables. Ni qué decir de las demoras del Proyecto Gran Mariscal Sucre, el más importante de todos los proyectos en materia gasífera de Venezuela.
Incluso Maduro, intentando superar a su mentor, dejó en papeles el proyecto del difunto Hugo Chávez de llevar gas hasta Argentina por una tubería.
Igual de grave y lamentable es que Venezuela está perdiendo sus mercados para el gas y el petróleo. Por ejemplo, para 2016 cuando Estados Unidos proyecta autoabastecerse de gas, gracias al desarrollo de la tecnología para procesar la lutita, Venezuela habrá perdido a su principal comprador potencial.
Adicionalmente, los programas de exportación están en veremos. Por ejemplo, es de dudar que el proyecto para la exploración de gas en la Plataforma Deltana acordado con Argentina y Chevron hace unas semanas se realice, pues Argentina tiene el cuarto reservorio más importante del mundo de lutita.
Y preocupa aún más el hecho que PDVSA le está concediendo a empresas rusas un papel protagónico para el desarrollo del potencial de producción de gas venezolano.
Complementa la vergüenza del viaje a Rusia, conocer por la prensa internacional, que Maduro llegue a esas tierras extranjeras en un avión cubano mientras enarbolaba la bandera de la libertad de expresión del ex asesor de la NSA Edward Snowden, acusado de espionaje por Estados Unidos, y su “gesto de rebeldía de juventud”, mientras en el país se ignora el justo clamor de los estudiantes.
El mejor mensaje que podría dársele a Maduro es ¡Deje la viajadera que la masa no está para bollos en el país, pues la inflación, la escasez, la falta de producción y la delincuencia están haciendo estragos en la población!
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