lunes, 7 de octubre de 2013

Jacinto Convit todo un venezolano

El Doctor Jacinto Convit, con sus 100 años de vida sana, fecunda y activa, hoy día sobresale en este honroso escenario, y personalmente en el ejercicio de la buena y sana política
ADELSO GONZÁLEZ URDANETA/TalCualDigital
Una buena y sana política no puede jamás olvidar a los mejores hombres o mujeres de su sociedad, en lo referente a servicios prestados, en su fondo y en su forma.
El Doctor Jacinto Convit, con sus 100 años de vida sana, fecunda y activa, hoy día sobresale en este honroso escenario, y personalmente en el ejercicio de la buena y sana política, quiero modestamente agregarme como venezolano a los muchísimos compatriotas y personas del mundo que han expresado y siguen expresando todos sus reconocimientos y agradecimientos al gran venezolano que ha sido y sigue siendo Jacinto Convit, ¿conocido suficientemente, como debiera ser? Tener 100 años no es cualquier cosa.

Mayormente si quien, como Jacinto Convit, llega a ellos con vida sana, fecunda y activa. Y si eso sucede en un país como el nuestro, tan cargado de imprevistos, conflictividades y circunstancias de la más variada especie, los méritos de quien llega así a los 100 años se hacen más elevada categoría.

De ahí los tan inmensos reconocimientos y agradecimientos. Son 100 años transcurridos desde el 11 de septiembre de 1913 al presente en la Venezuela de ayer y de hoy, pasando por su graduación de médico en 1938 y sirviendo desde estudiante a la investigación, en aquel entonces de la lepra, con cuyos afectados aprendió a convivir, y ahora, con su constante inquietud de investigador, en el cáncer. Ese ha sido Jacinto Convit: todo un venezolano, siempre con la humildad del sabio.

La Fundación que lleva su nombre, como uno de sus legados mantiene, profundiza y extiende la investigación científica en lo relacionado con las enfermedades endémicas y la extiende ahora al cáncer, siempre bajo la inspiración y conducción de Jacinto Convit.

Su nieta, Ana Federica, según informa la prensa trabaja afanosamente en rescatar todo el legado de su abuelo, "con la mayor humildad y sin esperar glorias ni reconocimientos", según sus propias palabras. Y al referirse a la Fundación dice que "la ONG Jacinto Convit trabaja gracias a puros donativos, no tiene presupuesto propio y aun así sus labores de investigación no se detienen".

Jacinto Convit, por su grandioso aporte a Venezuela y a la humanidad, ha sido y sigue siendo merecedor del más sentido reconocimiento de todos los venezolanos y de gente del mundo.

Personalmente yo me sumo con toda modestia a ellos, queriendo ser y mantenerme siendo un bien agradecido con quien se conserva en sus 100 años, haciendo nacer nuevas esperanzas con su iluminado y permanente servicio.

¿Qué se espera, en esto, de quienes administran el Estado? Ojalá cumplan a cabalidad sus obligantes deberes y lo sepan hacer institucionalmente, para bien de toda Venezuela.

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