Johnny Rica Suárez, un estudiante de Derecho de la Universidad de Carabobo, quien el 12 de marzo recibió varios disparos de los delincuentes armados, llamados colectivos, cuando protestaba en La Isabelica, Valencia, se suicidó este martes en su residencia, al confirmar que las heridas ocasionadas por las balas en sus piernas lo dejarían lisiado para siempre
Un estudiante de Derecho de la Universidad de Carabobo, que el pasado 12 de marzo fue herido de bala por grupos de colectivos del oficialismo, cuando participaba en protesta pacífica en La Isabelica, decidió quitarse la vida este martes en la mañana, al constatar que los daños ocasionados por los disparos lo dejaría imposibilitado de caminar.
La víctima indirecta de esta oleada represiva gubernamental, que en el estado Carabobo se registró con mayor fuerza al incorporarse a las acciones policiales grupos paramilitares oficialistas, fue identificado como Johnny Rica Suárez, de 24 años de edad, alumno del 4 año de Derecho en la Universidad de Carabobo. Rica Suárez se habría suicidado en su residencia en la urbanización La Isabelica, en Valencia.
La noticia de su deceso circuló rápidamente por las redes sociales, y amigos y compañeros de estudios de Johnny recordaron que Johnny Rica había sido herido de varios balazos en ambas piernas y el glúteo izquierdo durante las manifestaciones que se desarrollaron en protesta por los sucesos del 12 de febrero.
Ese día grupos de motorizados, que los estudiantes de la UC y varios testigos han identificado como supuestos pistoleros que actúan bajo las órdenes de la Gobernación de Carabobo, dispararon para disolver la manifestación, mientras funcionarios de la Guardia Nacional disparaba perdigones y bombas lacrimógenas.
El saldo de esa jornada, según reportaron los medios carabobeños, fue de dos muertos y 11 heridos, todas por arma de fuego. Los fallecidos fueron Jesús Enrique Acosta, de 20 años, estudiante de Ingeniería de la Universidad de Carabobo quien recibió un disparo en la cabeza cuando estaba en el frente de su residencia y Guillermo Sánchez, de 42 años, un entrenador deportivo que ese día se hallaba pintando la casa de sus suegros y fue herido en el pecho presuntamente por colectivos que actuaron en los sectores 6, 7 y 8 de La Isabelica.
La tercera víctima mortal de ese miércoles 12 de marzo fue el capitán de la Guardia Nacional, Ramso Ernesto Bracho Bravo, quien recibió un disparo en la cara justo en la confusión que dejó el intercambio de disparos de los colectivos y el lanzamiento de piedras y objetos contundentes por manifestantes en el sector Mañongo, en Naguanagua, donde además hubo 12 heridos.
Llama la atención que, sobre estos hechos, ni el Cicpc ni el Ministerio Público haya realizado investigaciones ni establecido responsabilidad, lo que es seguro que ocurra ahora, con este triste final de un joven de 24 años que tenía derecho a protestar, y unos criminales se lo impidieron.
Cort. TalCualDigital
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