El ridículo de Tibi/ Simón Boccanegra martes 27may14

Foto de archivo

Las elecciones colombianas y las de los 2 municipios venezolanos dejaron en claro, que no importa que se tenga el sistema más moderno del mundo, sigue siendo obsoleto al comparar la rapidez con la que se dieron los resultados del país vecino

SEBASTIÁN BOCCANEGRA/TalCualDigital
Las elecciones colombianas y las de los dos municipios venezolanos se celebraron ayer y dejaron algunas cosas claras. La primera es que no importa que se tenga el sistema más moderno del mundo, si se manipula a conveniencia de una de las partes.

El domingo en Colombia votaron en todo el país, sin máquinas, de manera manual, es decir, que según la creencia de Tibi y sus compinches, con un sistema obsoleto por lo que esos resultados deberían haberse conocido muchas horas después. Sin embargo, la realidad fue todo lo contrario.

A las dos horas de cerrar las mesas ya se sabía que Juan Manuel Santos y Oscar Zuluaga se volverán a ver las caras el 15 de junio y eso que la diferencia no fue lo que se puede decir abrumadora. En cambio, los resultados de las elecciones en San Diego y San Cristóbal tardaron casi cuatro horas en conocerse de manera oficial.

Ambos son municipios relativamente pequeños, entre ambos no llegaban al medio millón de electores, casi 40% de ellos no votó, nadie tenía que sumar los sufragios, lo hacían las máquinas que no tardan ni treinta segundos en hacerlo, la transmisión de los resultados es rápida, a pesar de que el país no cuenta con la mejor infraestructura en materia de transmisión de datos, y la tendencia fue abrumadoramente adversa al corazón rojito de Tibi y compañía. Ahí está el detalle, como diría el filósofo Mario Moreno, ante unos resultados que no les gustan, pues los mismos se difunden cuando les da la gana.

El sistema puede ser el más moderno del mundo, pero cuando no va acompañado de imparcialidad, responsabilidad y honestidad no sirve de mucho.