Hasta Margarita fue a dar la viceministra de la Suprema Felicidad, Carolina Cestari, para clausurar de forma irrevocable los comercios que operaban en Playa El Agua, con el argumento de "incumplimiento de los contratos de arrendamiento" en locales que posee la Fundación Nacional el Niño Simón, en Nueva Esparta.
Una acción que compartió por cierto con la primera dama del estado, Dinorah Villasmil de Mata. Pero los "ñeros" y comerciantes más veteranos ven en esta arremetida feliz una única intención: ponerle la mano a la joya de la corona de la Isla, los terrenos de Playa El Agua.
De repente quienes piensan así son mal intencionados y no se detienen a pensar en el hecho de que una vez que la viceministra (otrora secretaria de la Primera Combatiente) tome posesión de ese territorio, será explotado por el gobernador Mata Figueroa para suprema felicidad de los turistas y residentes. Al menos, para la felicidad de los Mata Figueroa y los Cestari.
Cort. TalCualDigital
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