VÍCTOR SALMERÓN | EL UNIVERSAL
Las estadísticas del Banco Central indican que los venezolanos sufren el mayor incremento de precios de los últimos 18 años a pesar de que la administración de Nicolás Maduro no ha tomado la decisión de levantar el control de precios y el control de cambio.
En el primer trimestre la inflación acumuló un salto de 10,1%, el más alto para los primeros tres meses del año desde 1996 y las cifras correspondientes a abril no muestran un cambio de tendencia.
El informe que el departamento técnico entregó al directorio del Banco Central, que aún no autoriza la publicación de las cifras oficiales, indica que en abril la inflación registró un avance de 5,7%, un resultado para el cuarto mes del año que solo ha sido superado desde 1980 por el salto de 13,5% experimentado en abril de 1989 y el de 8,6% de abril de 1996.
En 1989 la administración de Carlos Andrés Pérez aplicó un plan de ajuste que contempló la eliminación de los controles heredados de Jaime Lusinchi y en 1996 el gobierno de Rafael Caldera también puso en marcha un conjunto de medidas que incluyeron la liberación de precios y el fin del control de cambio.
La inflación se acelera en un entorno en que la oferta cae por el recorte en la entrega de dólares al sector privado, que no cuenta con suficiente materia prima y precios controlados que no permiten cubrir los costos de producción, mientras que la impresión de bolívares en el Banco Central para financiar el gasto público impulsa la demanda.
La devaluación de la moneda también ha implicado el aumento de precios de productos importados.
La aceleración de la inflación ha venido acompañada por señales de que la economía se encamina a una recesión por el descenso de la manufactura, la construcción, el comercio y el estancamiento de la producción petrolera.
La combinación de recesión con alta inflación podría traducirse en un nuevo aumento de la pobreza que en 2013 se elevó hasta 27,3%.
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