El tren de los Valles del Tuy se ha convertido en la cara más triste de la indignidad e incapacidad del gobierno. Desde 2007 no se ha comprado un solo vagón más, no hay mantenimiento, el personal de seguridad es escaso e ineficiente y el tren se ha convertido en un calvario
El tren de los Valles del Tuy se ha convertido en la cara más triste de la indignidad e incapacidad del gobierno. El despelote diario para entrar a los vagones es algo ya conocido en el mundo por los videos que han circulado por internet.
Desde 2007 no se ha comprado un solo vagón más, no hay mantenimiento, el personal de seguridad es escaso e ineficiente y el tren se ha convertido en un calvario. Pero es peor la situación inhumana que se vive a diario en el llamado "vagón de la dignidad" para la tercera edad, donde los viejitos deben hacer largas colas y sufrir el humillante maltrato de empujones y un servicio que está a punto de colapsar.
Ese vagón es hoy una bofetada del IFE a los adultos mayores todos los días, donde no hay control de los jóvenes malandros que entran a la brava y otros muchos con certificados chimbos de incapacidad. El IFE es ciertamente un templo de la incapacidad.
Cort. TalCualDigital
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