El reciclaje de ministros es una política aplicada por el chavomadurismo durante toda su gestión gubernamental. Desde que el heredero llegó el poderoso Héctor Rodríguez ha pasado por tres ministerios, demostrando su poca capacidad en cada uno de ellos. Lo mismo se puede decir de Ricardo Menéndez, quien primero fue nombrado por el difunto "eterno" ministro de Ciencia
SEBASTIÁN BOCCANEGRA/TALCUALDIGITAL
El reciclaje de ministros es una política aplicada por el chavomadurismo durante toda su gestión gubernamental. Salen de un ministerio para otro, como se cambian de camisa. No importa los estudios que tengan, ni si los mismos tienen que ver con el área en la que se van a desempeñar. Eso es totalmente anecdótico.
Desde que el heredero llegó el poderoso Héctor Rodríguez ha pasado por tres ministerios, demostrando su poca capacidad en cada uno de ellos. Lo mismo se puede decir de Ricardo Menéndez, quien primero fue nombrado por el difunto "eterno" ministro de Ciencia, Tecnología e Industrias Intermedias, después pasó a ser titular solo de industrias, seguidamente fue designado en la cartera de Educación Universitaria y ahora viene a sustituir al rey de la pamplina frita, Jorge Giordani.
El estado de la industria nacional y de las universidades es una muestra de la capacidad de Menéndez. Estos ciudadanos se pueden denominar funcionarios sábila, pues parecen servir para todo, como ese vegetal, pero la realidad es que sirven para muy poco.
Recordamos que en una oportunidad una dirigente del PSUV fue nombrada ministra de Comercio y sostuvo una reunión con los productores de quesos a quienes, a las primeras de cambio, les reclamó que el kilo de queso era más caro que lo que se pagaba por un litro de leche, sin saber que para elaborar un kilo de queso se necesitan varios litros de leche. También está la historia de otro que llegó a Guayana y preguntó por las minas de aluminio. Así nos va. La ignorancia es atrevida, ¡dígalo ahí Nicolás!
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