Eso de ubicar a la gente como de izquierda o de derecha está en crisis, dicen algunos, y viendo lo que ocurre en Venezuela uno está de acuerdo. Quienes así piensan están siendo refutados con la necesidad que tiene el heredero de adaptar su gobierno a las circunstancias que vive el país. El derroche y la corrupción de todos estos años han generado graves consecuencias en la economía que hay que rectificar
SEBASTIÁN BOCCANEGRA/TALCUALDIGITAL
Eso de ubicar a la gente como de izquierda o de derecha está en crisis, dicen algunos, y viendo lo que ocurre en Venezuela uno está de acuerdo con que ese tipo de definiciones habría que reformularlas. Según la versión oficial, de izquierda es un sujeto como el capitán Cabello y una persona de derecha es Pompeyo Márquez.
Una distorsión mayor de esas definiciones, imposible. Dentro del chavomadurismo también se utilizan estas categorías para diferenciarse. Según leemos, hay quienes opinan que el presidente Maduro se está derechizando. Que está optando por el capitalismo.
Quienes así piensan están siendo refutados con la necesidad que tiene el heredero de adaptar su gobierno a las circunstancias que vive el país. El derroche y la corrupción de todos estos años han generado graves consecuencias en la economía que hay que rectificar.
Como a los corruptos no se les puede tocar ni con el pétalo de una rosa, pues será el pueblo el que pague las consecuencias. Eso es lo que denuncian los ultraizquierdistas, que piden construir el socialismo con más socialismo. Sus rivales internos los acusan de querer tomar el cielo por asalto y de olvidar que la batalla fundamental en estos momentos es la lucha contra el imperialismo.
Incluso los califican de divisionistas y desleales. Eso dice Néstor Francia de los críticos a Maduro. Viendo el tenor de este debate no podemos sino pensar en lo mal que va a seguir estando Venezuela si esta izquierda arcaica se mantiene dirigiendo al país. Siguen viéndose al ombligo, un ombligo muy viejo y desfasado.
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