Por: Xabier Coscojuela/TalCual
El chavomadurismo está a las puertas de aplicar un paquetazo económico cuya exclusiva responsabilidad no quiere asumir. Pretenden pasar agachaos. Andan buscando chivos expiatorios a quienes endilgarles la culpa de las consecuencias de las medidas.
La misma incompetencia con que manejaron el país en su conjunto, y la economía en particular, durante 15 años, la quieren mantener a la hora de poner en práctica una serie de medidas con las cuales aspiran superar el delicado estado de las finanzas públicas.
Así estarán las cosas que ni con el barril de petróleo en torno a los 100 dólares es suficiente para mantener el desmadre de estos últimos 15 años. Antes de la llegada de Hugo Chávez a la presidencia, la mayoría de los políticos que dirigían el país habían llegado al consenso de que era necesario actuar con racionalidad en materia económica y dieron los pasos necesarios para concretar unas políticas públicas donde el rentismo petrolero perdiera protagonismo.
Tanto Carlos Andrés Pérez como Rafael Caldera, ambos en sus respectivos segundos gobiernos; en el caso del socialcristiano luego de que a ese gobierno llegara Teodoro Petkoff al Ministerio de Planificación, iniciaron una serie de políticas tendentes a poner las cuentas públicas en azul y arroparse hasta donde lo permitiera la cobija. El Estado le cedía el protagonismo al sector privado, pero manteniendo las directrices sobre la economía.
No está demás recordar que en su primer gabinete Hugo Chávez incluyó a Maritza Izaguirre, ministra de Hacienda durante la gestión de Caldera, en una muestra de sensatez que le duró poco. A medida que fue subiendo el precio de barril fue incrementando su irresponsabilidad en el manejo del gasto público. Derroche, corrupción, estatizaciones sin sentido, creación de empresas innecesarias, dando todas ellas cuantiosas pérdidas, son parte del legado del “eterno”. Hoy enmendar esos desaguisados no es tarea fácil, pero se llegó al punto en que no hay más remedio.
Las medidas que van a tomar tendrán graves consecuencias sobre el ya deteriorado nivel de vida de la mayoría. La inflación se acelerará aún más de lo que ya lo ha hecho este año. La escasez de productos de la cesta básica probablemente no se reduzca. El nivel de empleo será afectado. El bolívar volverá a ser devaluado.
Las consecuencias de estos paquetes, así se disfracen de socialistas, ya las conocen los venezolanos, con el agravante de que no existe en el gobierno idea de cómo impulsar realmente una economía competitiva.
La oposición tiene una tarea vital en esta coyuntura. Explicar y aclarar a todos los venezolanos quiénes son los responsables de este desastre. ¿Quiénes han dilapidado el mayor ingreso petrolero de la historia del país? ¿Quiénes se robaron, solo en el año 2012, más de 20 mil millones de dólares a través de Cadivi? ¿Quiénes permiten que se lleven todos los días 100 mil barriles de gasolina de contrabando hacia Colombia? ¿Quiénes le venden a Cuba y otros países petróleo a precio de regalo? Hay que hacerle pagar al chavomadurismo el costo político de tanta irresponsabilidad.
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