SCZ/Globovisión/AFP
El número de muertos por las lluvias e inundaciones que azotan el nordeste de Brasil ascendió este martes a 41, al tiempo que sigue la incógnita sobre el número de desaparecidos, en medio de un escenario de devastación que mantiene aisladas varias localidades. Ciudades arrasadas por torrentes de agua, zonas anegadas y lodazales entre los que se descubren apenas algunos techos de viviendas o campanarios de iglesias, eran las imágenes que mostraban los canales locales de noticias y las fotografías divulgadas por la AFP.
En el tropical estado de Alagoas el número de víctimas fatales pasó a 29, declaró a AFP un vocero del cuerpo de Bomberos local, mientras que en el vecino Pernambuco la cifra de muertos es de 12, según una portavoz de la Defensa Civil.
Los próximos partes oficiales serán divulgados después de las 17H00 GMT.
Ante esta catastrófica situación, la mayor preocupación ahora es definir correctamente el total de personas consideradas desaparecidas, una cifra que el gobernador de Alagoas, Teotonio Vilela Filho, llegó a calcular en mil, aunque la Defensa Civil menciona a unas 600 personas y aclara que muchos de ellos son ciudadanos que no están siendo localizados.
"Hasta el inicio de la tarde (del lunes) eran 26 muertes (en Alagoas) y más de 1.000 desaparecidos. Estamos rezando para que ellos estén con vida. Pero estamos preocupados porque los cuerpos ya comienzan a aparecer en las playas y los ríos", dijo Vilela Filho el lunes a la prensa.
Este martes, un vocero del Cuerpo de Bomberos en Alagoas dijo a la AFP que "el número de personas desaparecidas fue estimado a partir de personas que llamaban para denunciar que no lograban localizar a determinado familiar". "Pero desde el lunes a la mañana no hemos recibido más llamadas", añadió.
Esa estimación "fue montada en la fase de socorro de la operación, pero ahora estamos en la fase asistencial. Para el Cuerpo de Bomberos es muy difícil calcular el número de desaparecidos. Un tío mío fue considerado desaparecido y luego hallado refugiado en casa de otros familiares", agregó el portavoz.
Los bomberos indicaron a la AFP que hubo poblados a la orilla del río Mundaú en Alagoas que fueron "borrados del mapa" por la crecida, mientras que hay otros que quedaron "aislados".
El acceso a esos lugares para acercar ayuda sólo puede realizarse por medio de la Fuerza Aérea (FAB), que destinó cinco helicópteros a esa tarea, indicaron.
El gobierno brasileño anunció el martes que liberará ayuda de emergencia para Alagoas y Pernambuco, por un total de 100 millones de reales, 55 millones de dólares, de los cuales la mitad ya fueron entregados a los respectivos gobiernos en carácter de ayuda de emergencia, tras una reunión del gabinete de crisis en la mañana.
Además de las víctimas fatales y los desaparecidos, la Defensa Civil actualizó este martes el balance de afectados que muestra la magnitud de la tragedia.
En Pernambuco, donde se originaron las lluvias y crecientes, 54 municipios fueron declarados en situación de emergencia. Hasta la madrugada del martes casi 18.000 personas se encontraban sin vivienda y más de 24.000 debieron ser evacuadas.
En Alagoas en tanto, son 22 los municipios afectados (15 de ellos en estado de "calamidad pública"), más de 32.000 evacuados y 25.800 sin vivienda.
Este martes, despegó de Sao Paulo un avión de la FAB llevando 14 toneladas de alimentos, medicamentos, colchones y agua potable recibidos espontáneamente en donación al cuerpo de Bomberos, que serán distribuidos a los damnificados en Alagoas y Pernambuco.
El ministro de Defensa, Nelson Jobim, viajará a la zona en las próximas horas, según la oficial Agencia Brasil.
Este martes y miércoles se esperan más lluvias sobre la región, según los pronósticos.
"Normalmente las lluvias en la región este, desde Rio Grande del Norte hasta Salvador (Bahía), ocurren entre junio y julio", explicó a la AFP Lincoln Alves, meteorólogo del Centro de Previsión del Tiempo y Estudios Climáticos del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (CPTEC/INPE)
"Este año llueve un poco más porque la temperatura de la superficie del mar está un poco más caliente y favorece la evaporación de la región y la creación de nubes más cargadas", añadió.
En abril pasado, Brasil se vio sacudido por lluvias torrenciales que causaron el desmoronamiento de varios cerros en Rio de Janeiro, una catástrofe que dejó hasta el día de hoy una cifra indeterminada de muertos, cientos de desaparecidos, y 229 cuerpos recuperados.i
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