ESTAMBUL (AFP) - Turquía remontó a falta de medio segundo un partido que parecía tener perdido ante Serbia (83-82) y se enfrentará el domingo a Estados Unidos en la final del Mundial de básquetbol, donde buscará ante su público de Estambul su primer gran título internacional.
Una penetración del base Kerem Tunceri a falta de cinco décimas decidió un choque que en el último minuto fue pasando de ventaja de uno a otro, ante 15.000 entusiastas y ruidosos hinchas que convirtieron el Sinan Erdem Dome en el tradicional 'infierno' y festejaron al final una victoria con tintes épicos.
Tras la canasta de Tunceri y con todo aparentemente liquidado, los serbios planearon cómo utilizar su último cartucho, con un balón largo para Novica Velickovic que taponó muy bien Semih Erden, sellando la victoria otomana.
"Hemos tenido suerte al final. Ellos han sido mejores todo el partido, pero nosotros hemos conseguido llevar vivos al final", dijo el entrenador montenegrino de los locales, Bogdan Tanjevic.
El triunfo turco tiene además sabor a venganza, ya que Serbia fue precisamente el rival que le ganó en la final del Europeo disputada en el país otomano en 2001, cuando aún estaba unida a Montenegro y competía bajo la denominación de Yugoslavia.
La final soñada ante los norteamericanos, que ganaron a Lituania (89-74) en la otra semifinal, medirá a dos equipos invictos en el torneo, ya que Turquía llegaba al duelo con Serbia con un pleno de victorias y habiéndose paseado en casi todos sus duelos anteriores.
Serbia, que había dominado todo el partido hasta la parte final del último cuarto, vio cómo los turcos se ponian por delante a falta de quince segundos, pero a tan sólo cuatro Velickovic anotó bajo el tablero y ponía uno arriba a los suyos, con los locales al borde de la tragedia, antes del loco desenlace.
"La presión era enorme en ese último minuto. Somos un equipo joven y ellos tienen más experiencia, hemos acusado esa presión al final", señaló el DT serbio, Dusan Ivkovic.
Los balcánicos, verdugos en cuartos del campeón España (92-89), probaron su propia medicina, ya que ese triunfo lo había conseguido con un triple espectacular de Milos Teodosic a apenas tres segundos del final.
El partido había arrancado con los serbios lanzados y a los cinco minutos el equipo balcánico ya doblaba a los anfitriones (12-6), tras los triples de Milenko Tepic y Novica Velickovic, pero Hedo Turkoglu (16 puntos al final) encadenó una penetración con una canasta de tres y reequilibró 15-15.
Pero los serbios continuaron con su presión sobre Turkoglu y Ersan Ilyasova, mientras Nenad Krstic (máximo anotador del partido, con 18) dominaba como de costumbre bajo el tablero, lo que permitió un nuevo despegue: 20-17 al término del primer cuarto y 42-35 al descanso, a pesar de la presión constante.
El tercer cuarto no sólo no bajó en intensidad, sino que ganó aún más en emoción, con Turquía tratando de remontar empujada por su público, llegando a igualar (46-46) en el inicio de la segunda mitad tras un triple de Omer Onan, pero Milos Teodosic y Keselj respondieron igual y Serbia se puso 56-51.
En unos dos últimos minutos del tercer cuarto llenos de alternativas, un triple de Ender Arslan puso a los locales uno abajo (56-55), aunque los serbios llegaron al último y definitivo tres arriba (63-60).
Y en ese momento comenzó la locura, con un pabellón convirtiéndose poco a poco en una olla a presión en cada ataque serbio, Turquía fue remontando hasta ponerse en ventaja por primera vez a falta de tres minutos y salir victoriosa de un último minuto que, por cinco décimas, le permite continuar con su sueño.
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