BRASILIA (Reuters) - La jefa de Gabinete del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva presentó su renuncia el jueves, en medio de un escándalo ético, en una acción vista como un intento por impedir dañar a la candidata oficialista y favorita para las elecciones del mes próximo.
Erenice Guerra, cuyo rol como jefa de Gabinete ejerce influencia en el Gobierno de Lula, había estado bajo una creciente presión en los últimos días para que dejara el cargo por acusaciones de que habría estado involucrada en un caso de soborno para contratos de obras públicas.
El principal candidato opositor, José Serra, que ha bajado fuertemente en los sondeos, ha buscado vincular el escándalo con la candidata oficialista, Dilma Rousseff, quien precedió a Guerra como jefa de Gabinete antes de salir del cargo para postular a la presidencia.
No obstante, Rousseff sigue encaminada a obtener la mayoría de los votos en primera ronda el 3 de octubre, con lo que se convertiría en la primera mujer presidente de Brasil, pese a acusaciones de que ha condonado malas conductas dentro del Partido de los Trabajadores (PT).
Guerra ha sido acusada de tráfico de influencias y de ayudar a la consultoría de su hijo a obtener dinero a partir de contratos de obras públicas, incluyendo la época cuando era asesora de Rousseff antes de convertirse en jefa de Gabinete.
La candidata elegida por el presidente Lula no ha sido vinculada a fechoría alguna, por lo que analistas afirman que es improbable que los escándalos reduzcan su amplia ventaja, de 20 puntos o más, en los sondeos de intención de voto.
"Las posibilidades de que (la renuncia de Guerra) fuercen a una segunda ronda aún son más bien pequeñas. La oposición tendría que ser muy hábil para explotar este incidente", opinó Amaury de Souza, analista política de la consultoría MCM Associados.
"Hasta ahora, los escándalos de corrupción no cambiaron las preferencia de los votantes, excepto entre aquellos con mayor (nivel de) educación e ingresos. Eso es insuficiente para cambiar las posibilidades", agregó.
ESCANDALO
La renuncia de Guerra incluso podría aumentar el apoyo a Rousseff si es vista por los electores como una medida decisiva para purgar a una funcionaria involucrada en corrupción, dijo José Luciano Dias, analista político de la consultoría CAC, en Brasilia.
"Dilma incluso va a ganar algunos votos. El Gobierno va a decir que investigó y tomó acciones", sostuvo.
La mayoría de los más recientes sondeos indica que Rousseff, quien se ha visto beneficiada por la enorme popularidad de Lula, ganaría las elecciones en primera ronda, con lo que evitaría un balotaje el 31 de octubre.
Rousseff cuenta con un 51 por ciento de las intenciones de voto, contra un 27 por ciento de Serra, del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), según un sondeo de Datafolha divulgado el jueves.
Si se eliminan los votos blancos y nulos -como sucede con los sufragios no válidos en las elecciones- la ex jefa de Gabinete de Lula sacaría un 57 por ciento de los votos, mostró la encuesta.
La misma encuesta mostró la semana pasada que la candidata del PT contaba con un 50 por ciento, contra un 27 por ciento de Serra.
Rousseff ha ampliado su ventaja en los sondeos pese a las acusaciones, alimentadas por una intensa cobertura de medios respecto a que el PT habría accedido ilegalmente a registros impositivos de la hija de Serra y de miembros de la oposición para recoger información potencialmente dañina contra ellos.
El escándalo que involucra a Guerra fue informado por primera vez por la revista de noticias Veja el fin de semana pasado y creció en los últimos días en la medida en que fueron publicadas nuevas acusaciones en los medios.
Un empresario dijo al periódico Folha de Sao Paulo que, tras una reunión con la ministra en noviembre pasado, la empresa del hijo de Guerra le pidió que pagara una comisión de un 5 por ciento para obtener una línea de crédito del Gobierno.
Cuando rechazó la solicitud, le pidieron que entregara 5 millones de reales (2,9 millones de dólares) para la campaña de Rousseff, informó el diario, citando una entrevista grabada en audio con el empresario.
Guerra será reemplazada en forma interina por Carlos Eduardo Esteves Lima, funcionario de la Jefatura de Gabinete.
Otra funcionaria del Gobierno de Lula, Miriam Belchior, seguramente será nombrada la próxima semana, dijo un portavoz del Gobierno.
(Escrito por Stuart Grudgings. Editado en español por Silene Ramírez)
Erenice Guerra, cuyo rol como jefa de Gabinete ejerce influencia en el Gobierno de Lula, había estado bajo una creciente presión en los últimos días para que dejara el cargo por acusaciones de que habría estado involucrada en un caso de soborno para contratos de obras públicas.
El principal candidato opositor, José Serra, que ha bajado fuertemente en los sondeos, ha buscado vincular el escándalo con la candidata oficialista, Dilma Rousseff, quien precedió a Guerra como jefa de Gabinete antes de salir del cargo para postular a la presidencia.
No obstante, Rousseff sigue encaminada a obtener la mayoría de los votos en primera ronda el 3 de octubre, con lo que se convertiría en la primera mujer presidente de Brasil, pese a acusaciones de que ha condonado malas conductas dentro del Partido de los Trabajadores (PT).
Guerra ha sido acusada de tráfico de influencias y de ayudar a la consultoría de su hijo a obtener dinero a partir de contratos de obras públicas, incluyendo la época cuando era asesora de Rousseff antes de convertirse en jefa de Gabinete.
La candidata elegida por el presidente Lula no ha sido vinculada a fechoría alguna, por lo que analistas afirman que es improbable que los escándalos reduzcan su amplia ventaja, de 20 puntos o más, en los sondeos de intención de voto.
"Las posibilidades de que (la renuncia de Guerra) fuercen a una segunda ronda aún son más bien pequeñas. La oposición tendría que ser muy hábil para explotar este incidente", opinó Amaury de Souza, analista política de la consultoría MCM Associados.
"Hasta ahora, los escándalos de corrupción no cambiaron las preferencia de los votantes, excepto entre aquellos con mayor (nivel de) educación e ingresos. Eso es insuficiente para cambiar las posibilidades", agregó.
ESCANDALO
La renuncia de Guerra incluso podría aumentar el apoyo a Rousseff si es vista por los electores como una medida decisiva para purgar a una funcionaria involucrada en corrupción, dijo José Luciano Dias, analista político de la consultoría CAC, en Brasilia.
"Dilma incluso va a ganar algunos votos. El Gobierno va a decir que investigó y tomó acciones", sostuvo.
La mayoría de los más recientes sondeos indica que Rousseff, quien se ha visto beneficiada por la enorme popularidad de Lula, ganaría las elecciones en primera ronda, con lo que evitaría un balotaje el 31 de octubre.
Rousseff cuenta con un 51 por ciento de las intenciones de voto, contra un 27 por ciento de Serra, del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), según un sondeo de Datafolha divulgado el jueves.
Si se eliminan los votos blancos y nulos -como sucede con los sufragios no válidos en las elecciones- la ex jefa de Gabinete de Lula sacaría un 57 por ciento de los votos, mostró la encuesta.
La misma encuesta mostró la semana pasada que la candidata del PT contaba con un 50 por ciento, contra un 27 por ciento de Serra.
Rousseff ha ampliado su ventaja en los sondeos pese a las acusaciones, alimentadas por una intensa cobertura de medios respecto a que el PT habría accedido ilegalmente a registros impositivos de la hija de Serra y de miembros de la oposición para recoger información potencialmente dañina contra ellos.
El escándalo que involucra a Guerra fue informado por primera vez por la revista de noticias Veja el fin de semana pasado y creció en los últimos días en la medida en que fueron publicadas nuevas acusaciones en los medios.
Un empresario dijo al periódico Folha de Sao Paulo que, tras una reunión con la ministra en noviembre pasado, la empresa del hijo de Guerra le pidió que pagara una comisión de un 5 por ciento para obtener una línea de crédito del Gobierno.
Cuando rechazó la solicitud, le pidieron que entregara 5 millones de reales (2,9 millones de dólares) para la campaña de Rousseff, informó el diario, citando una entrevista grabada en audio con el empresario.
Guerra será reemplazada en forma interina por Carlos Eduardo Esteves Lima, funcionario de la Jefatura de Gabinete.
Otra funcionaria del Gobierno de Lula, Miriam Belchior, seguramente será nombrada la próxima semana, dijo un portavoz del Gobierno.
(Escrito por Stuart Grudgings. Editado en español por Silene Ramírez)
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