por KIEN&KE/kienyke.com
Ziona Chana tiene 66 años y es líder de una secta religiosa en la que se permite ejercer la poligamia. A los 17 años conoció a su primera mujer, que es tres años mayor que él, cuando tenía 17 años. Desde entonces su familia creció hasta completar 94 hijos.
Los 167 familiares viven bajo el mismo techo en una casa de cuatro niveles en la India.
“Una vez me casé con diez mujeres en un año”, dijo Chana. En la casa siempre coinciden al menos siete u ocho esposas, cuenta con cuatro niveles, cien habitaciones, luz y una buena vista, así como una granja donde cuidan gallinas y cultivan hortalizas, claves para alimentar los hijos.
En el interior de la casa combinan los dormitorios con trabajos domésticos.
La esposa más anciana de Ziona Chana es la que organiza todo el trabajo de la gigantesca familia. Las mujeres son las encargadas de preparar la comida para 167 personas, en la que emplean treinta pollos, 60 kilogramos de patatas y 100 de arroz. Las hijas y las nueras se encargan de la limpieza y la colada, mientras que los hijos se dedican a trabajar fuera de la casa, en los campos de cultivo o dedicados al cuido del ganado.
El caso de Keniata Asentus Ogwella Akuku, quien murió el pasado otoño a los 92 años de edad y dejó 210 hijos con 130 mujeres en Ndhiwa, al oeste de Kenia, es quizá el único que podría competir con el título de la familia Chana, la más grande del mundo.
Consumen treinta pollos, 60 kilogramos de patatas y 100 de arroz al día.
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