Foto: Reuters
Lo dijo la secretaria de Estado, Hillary Clinton. "No está nada claro" que Khadafi haya detenido las acciones militares contra la oposición, advirtió la funcionaria. EEUU, Francia y Gran Bretaña apuran las operaciones. Canadá, España y Qatar confirmaron su participación
"No vamos a responder a palabras o estar impresionados por ellas; tenemos que ver acciones sobre el terreno, y eso no está nada claro por el momento; seguiremos trabajando con nuestros socios internacionales para presionar a Khadafi", dijo Clinton.
La funcionario advirtió que la Casa Blanca quiere que las fuerzas de Khadafi se alejen de las regiones del este de Libia, donde operan los opositores. A su entender, La negativa del dirigente a abandonar la violencia contra los civiles ha dejado a la comunidad internacional "sin otra opción".
Estados Unidos respondió así al alto el fuego "inmediato" anunciado por Trípoli, un intento evidente por detener los planes bélicos aprobados por el Consejo de Seguridad de la ONU.
El ministro libio de Relaciones Exteriores, Musa Kusa, había anunciado el fin de todas las operacionescontra las fuerzas rebeldes. La confirmación llegó cuando las tropas del dictador se hallaban a las puertas de la ciudad de Bengasi, último bastión de los opositores alzados en armas contra el Gobierno.
El paso atrás es, al menos, sorprendente. Horas antes, el régimen había subido la apuesta, con un Khadafi envalentonado, que prometía que la vida de quienes participen en las operaciones "se convertirá en un infierno".
Fue la respuesta del dictador a la resolución del Consejo de Seguridad que autorizó operaciones militares en territorio libio. Los ataques se llevarán a cabo "rápidamente", "dentro de unas horas", declaró el vocero del gobierno francés, François Baroin.
El funcionario aclaró que la intervención no será "una ocupación del territorio", sino "un dispositivo de índole militar para proteger al pueblo libio y permitirle coronar su impulso de libertad y, por lo tanto, la caída del régimen de Khadafi".
En las últimas horas, las fuerzas leales al oficialismo bombardearon la localidad de Misrata, controlada por la rebelión, tras una noche de disparos de artillería. Khadafi había anunciado previamente que se preparaba para la batalla final contra la insurgencia en su bastión de Bengasi. Mientras, varios países se preparan para materializar la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, que llamó a intervenir en Libia para evitar que se masacre a poblaciones civiles.
Pese a las amenazas de Khadafi, François Baroin se negó a precisar "cuándo, cómo, contra qué objetivos y bajo qué formas" se llavarán a cabo los ataques. Y aclaró: "no es una ocupación del territorio libio, [sino] un dispositivo de índole militar para proteger al pueblo libio y permitirle coronar su impulso de libertad y por lo tanto, la caída del régimen de Khadafi".
"Los franceses, que estuvieron a la vanguardia de este pedido [de intervención] serán naturalmente coherentes con la intervención militar y por lo tanto participarán" en la operación, agregó. Entre tanto, el diario Le Figaro estima que Francia podría utilizar aviones militares estacionados en la isla mediterránea de Córcega. En sintonía, trascendió que la Royal Air Force británica se prepara para contribuir en la misión.
Noruega también participará en la intervención militar en Libia con luz verde de la ONU, declaró la ministra de Defensa, Grete Faremo, al diario Verdens Gang. Canadá, en tanto, enviará seis aviones caza CF-18, según informaron medios de ese país. Y se espera que algunas naciones árabes se sumen en las próximas horas. Hasta Qatar fue el único que confirmó su apoyo.
El gobierno italiano, según la prensa local, excluye, por el momento, que sus aviones puedan participar para garantizar la zona de exclusión aérea, dadas las connotaciones del país como antigua metrópoli de Libia, con quien firmó en 2008 un tratado de amistad. Pero siempre que sus aliados de la OTAN así se lo pidan está dispuesto a permitir que los aviones de la alianza operen desde sus bases en el sur del país, de las más próximas al territorio libio.
El presidente estadounidense Barack Obama llamó a los líderes de Francia y Gran Bretaña, Nicolas Sarkozy y David Cameron, respectivamente, para coordinar la estrategia en Libia, informó la Casa Blanca este jueves.
"Los líderes acordaron que Libia debe cumplir de inmediato todos los términos de la resolución, y que la violencia contra la población debe cesar", expresó la Casa Blanca en un comunicado. Asimismo, resolvieron "coordinar estrechamente los próximos pasos y seguir trabajando con los socios internacionales árabes y otros para asegurar la aplicación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU contra Libia".
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió una "acción inmediata" y calificó la decisión como "histórica". Además, indicó que "trabajará de cerca con los estados miembro y las organizaciones regionales para coordinar una respuesta a tiempo, efectiva y común". Y concluyó: "Adoptando esta resolución, el Consejo de Seguridad da gran importancia al llamamiento de la Liga Árabe para tomar acción".
La UE saludó el viernes la decisión del Consejo de Seguridad de la ONU de recurrir al uso de la fuerza para impedir a Khadafi retomar el control del país y se mostró dispuesta a colaborar para hacerla "aplicar", según un comunicado conjunto del presidente de la UE, Herman Van Rompuy, y su jefa de la diplomacia, Catherine Ashton. "La UE está dispuesta a hacer aplicar esta resolución dentro de su mandato y sus competencias", agregó el comunicado, señalando que los países europeos se reunirán la próxima semana para "adoptar las medidas necesarias al respecto".
Van Rompuy y Ashton subrayaron, además, el "importante papel de la Liga Arabe y de los socios árabes", cuya cooperación es "esencial" para que la decisión de la ONU sea implementada sobre el terreno.
"Ya era hora de que el Consejo de Seguridad tomara una decisión. Me siento aliviado de que la comunidad internacional haya, por fin, actuado para impedir concretamente que Khadafi mate a su propia población", reaccionó por su parte el presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek.
Los representantes de los 28 países miembros de la OTAN examinarán el viernes las consecuencias de la resolución, declaró un diplomático de la organización, que pidió el anonimato. "Toda decisión de la OTAN se fundamentará sobre las tres condiciones que recordó el jueves el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, es decir, la necesidad de que la intervención sea justificada; la exigencia de un mandato jurídicamente claro y el apoyo de las organizaciones regionales implicadas", precisó la fuente.
Por diez votos a favor y cinco abstenciones, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó este viernes el recurso a la fuerza y los ataques aéreos en Libia para evitar que Khadafi asfixie a la rebelión y retome el control del país. El Consejo votó favorablemente una resolución que permite "todas las medidas necesarias" para proteger áreas civiles y exige un cese el fuego. No obstante, no dice que sea la OTAN la encargada de llevar a cabo la operación militar, algo a lo que varios países se opusieron.
"No vamos a responder a palabras o estar impresionados por ellas; tenemos que ver acciones sobre el terreno, y eso no está nada claro por el momento; seguiremos trabajando con nuestros socios internacionales para presionar a Khadafi", dijo Clinton.
La funcionario advirtió que la Casa Blanca quiere que las fuerzas de Khadafi se alejen de las regiones del este de Libia, donde operan los opositores. A su entender, La negativa del dirigente a abandonar la violencia contra los civiles ha dejado a la comunidad internacional "sin otra opción".
Estados Unidos respondió así al alto el fuego "inmediato" anunciado por Trípoli, un intento evidente por detener los planes bélicos aprobados por el Consejo de Seguridad de la ONU.
El ministro libio de Relaciones Exteriores, Musa Kusa, había anunciado el fin de todas las operacionescontra las fuerzas rebeldes. La confirmación llegó cuando las tropas del dictador se hallaban a las puertas de la ciudad de Bengasi, último bastión de los opositores alzados en armas contra el Gobierno.
El paso atrás es, al menos, sorprendente. Horas antes, el régimen había subido la apuesta, con un Khadafi envalentonado, que prometía que la vida de quienes participen en las operaciones "se convertirá en un infierno".
Fue la respuesta del dictador a la resolución del Consejo de Seguridad que autorizó operaciones militares en territorio libio. Los ataques se llevarán a cabo "rápidamente", "dentro de unas horas", declaró el vocero del gobierno francés, François Baroin.
El funcionario aclaró que la intervención no será "una ocupación del territorio", sino "un dispositivo de índole militar para proteger al pueblo libio y permitirle coronar su impulso de libertad y, por lo tanto, la caída del régimen de Khadafi".
En las últimas horas, las fuerzas leales al oficialismo bombardearon la localidad de Misrata, controlada por la rebelión, tras una noche de disparos de artillería. Khadafi había anunciado previamente que se preparaba para la batalla final contra la insurgencia en su bastión de Bengasi. Mientras, varios países se preparan para materializar la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, que llamó a intervenir en Libia para evitar que se masacre a poblaciones civiles.
Pese a las amenazas de Khadafi, François Baroin se negó a precisar "cuándo, cómo, contra qué objetivos y bajo qué formas" se llavarán a cabo los ataques. Y aclaró: "no es una ocupación del territorio libio, [sino] un dispositivo de índole militar para proteger al pueblo libio y permitirle coronar su impulso de libertad y por lo tanto, la caída del régimen de Khadafi".
"Los franceses, que estuvieron a la vanguardia de este pedido [de intervención] serán naturalmente coherentes con la intervención militar y por lo tanto participarán" en la operación, agregó. Entre tanto, el diario Le Figaro estima que Francia podría utilizar aviones militares estacionados en la isla mediterránea de Córcega. En sintonía, trascendió que la Royal Air Force británica se prepara para contribuir en la misión.
Noruega también participará en la intervención militar en Libia con luz verde de la ONU, declaró la ministra de Defensa, Grete Faremo, al diario Verdens Gang. Canadá, en tanto, enviará seis aviones caza CF-18, según informaron medios de ese país. Y se espera que algunas naciones árabes se sumen en las próximas horas. Hasta Qatar fue el único que confirmó su apoyo.
El gobierno italiano, según la prensa local, excluye, por el momento, que sus aviones puedan participar para garantizar la zona de exclusión aérea, dadas las connotaciones del país como antigua metrópoli de Libia, con quien firmó en 2008 un tratado de amistad. Pero siempre que sus aliados de la OTAN así se lo pidan está dispuesto a permitir que los aviones de la alianza operen desde sus bases en el sur del país, de las más próximas al territorio libio.
El presidente estadounidense Barack Obama llamó a los líderes de Francia y Gran Bretaña, Nicolas Sarkozy y David Cameron, respectivamente, para coordinar la estrategia en Libia, informó la Casa Blanca este jueves.
"Los líderes acordaron que Libia debe cumplir de inmediato todos los términos de la resolución, y que la violencia contra la población debe cesar", expresó la Casa Blanca en un comunicado. Asimismo, resolvieron "coordinar estrechamente los próximos pasos y seguir trabajando con los socios internacionales árabes y otros para asegurar la aplicación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU contra Libia".
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió una "acción inmediata" y calificó la decisión como "histórica". Además, indicó que "trabajará de cerca con los estados miembro y las organizaciones regionales para coordinar una respuesta a tiempo, efectiva y común". Y concluyó: "Adoptando esta resolución, el Consejo de Seguridad da gran importancia al llamamiento de la Liga Árabe para tomar acción".
La UE saludó el viernes la decisión del Consejo de Seguridad de la ONU de recurrir al uso de la fuerza para impedir a Khadafi retomar el control del país y se mostró dispuesta a colaborar para hacerla "aplicar", según un comunicado conjunto del presidente de la UE, Herman Van Rompuy, y su jefa de la diplomacia, Catherine Ashton. "La UE está dispuesta a hacer aplicar esta resolución dentro de su mandato y sus competencias", agregó el comunicado, señalando que los países europeos se reunirán la próxima semana para "adoptar las medidas necesarias al respecto".
Van Rompuy y Ashton subrayaron, además, el "importante papel de la Liga Arabe y de los socios árabes", cuya cooperación es "esencial" para que la decisión de la ONU sea implementada sobre el terreno.
"Ya era hora de que el Consejo de Seguridad tomara una decisión. Me siento aliviado de que la comunidad internacional haya, por fin, actuado para impedir concretamente que Khadafi mate a su propia población", reaccionó por su parte el presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek.
Los representantes de los 28 países miembros de la OTAN examinarán el viernes las consecuencias de la resolución, declaró un diplomático de la organización, que pidió el anonimato. "Toda decisión de la OTAN se fundamentará sobre las tres condiciones que recordó el jueves el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, es decir, la necesidad de que la intervención sea justificada; la exigencia de un mandato jurídicamente claro y el apoyo de las organizaciones regionales implicadas", precisó la fuente.
Por diez votos a favor y cinco abstenciones, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó este viernes el recurso a la fuerza y los ataques aéreos en Libia para evitar que Khadafi asfixie a la rebelión y retome el control del país. El Consejo votó favorablemente una resolución que permite "todas las medidas necesarias" para proteger áreas civiles y exige un cese el fuego. No obstante, no dice que sea la OTAN la encargada de llevar a cabo la operación militar, algo a lo que varios países se opusieron.
Cort. Infobae.com
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