Un sujeto llamado Nicolás Bianco, deshonra del ilustre apellido que porta y que ocupa el vicerrectorado académico de la UCV despidió a tres de los más importantes directores de esa dependencia con un insólito pretexto
Por: Simón Boccanegra/TalCualDigital
Al principio fue un rumor que llegó hasta este minicronista, pero ya está absolutamente confirmado. Un sujeto llamado Nicolás Bianco, deshonra del ilustre apellido que porta y que ocupa el vicerrectorado académico de la UCV, despidió a tres de los más importantes directores de esa dependencia con el insólito pretexto de que en las recientes elecciones para la directiva de la Asociación de Profesores de la UCV (Apucv) esos colegas suyos tuvieron el atrevimiento de votar por la plancha (que al final ganó) que no era del gusto del "señor" Bianco.
Lo grave es que este modelo de intolerancia y espíritu antidemocrático aspira nada menos que a ser rector de la UCV. Si llegara a ser elegido, los ucevistas tendrían que calarse no sólo a Chávez sino a Bianco. Es difícil saber quién es peor.
De ese caballero conocemos varias historias de las cuales no estaría de más que los ucevistas también se enteraran, porque lo exhiben como lo que es; en particular cierto insólito contrato mediante el cual colocó a su propia esposa en un cargo del vicerrectorado que ocupa, con un sueldo superior al de la propia rectora.
Afortunadamente, esta, alertada a tiempo, rescindió esa vagabundería. Comparto el llamado a la convivencia universitaria lanzado por el profesor Carlos Torres, autor del artículo publicado en TalCual, en el cual se da cuenta de la hazaña de Bianco, pero convivir no significa dejar pasar pillerías. O la UCV saca de sí misma las fuerzas para impedir que sea asaltada por aventureros, oportunistas y logreros, o se merecerá el destino que le desea Chávez.
Por: Simón Boccanegra/TalCualDigital
Al principio fue un rumor que llegó hasta este minicronista, pero ya está absolutamente confirmado. Un sujeto llamado Nicolás Bianco, deshonra del ilustre apellido que porta y que ocupa el vicerrectorado académico de la UCV, despidió a tres de los más importantes directores de esa dependencia con el insólito pretexto de que en las recientes elecciones para la directiva de la Asociación de Profesores de la UCV (Apucv) esos colegas suyos tuvieron el atrevimiento de votar por la plancha (que al final ganó) que no era del gusto del "señor" Bianco.
Lo grave es que este modelo de intolerancia y espíritu antidemocrático aspira nada menos que a ser rector de la UCV. Si llegara a ser elegido, los ucevistas tendrían que calarse no sólo a Chávez sino a Bianco. Es difícil saber quién es peor.
De ese caballero conocemos varias historias de las cuales no estaría de más que los ucevistas también se enteraran, porque lo exhiben como lo que es; en particular cierto insólito contrato mediante el cual colocó a su propia esposa en un cargo del vicerrectorado que ocupa, con un sueldo superior al de la propia rectora.
Afortunadamente, esta, alertada a tiempo, rescindió esa vagabundería. Comparto el llamado a la convivencia universitaria lanzado por el profesor Carlos Torres, autor del artículo publicado en TalCual, en el cual se da cuenta de la hazaña de Bianco, pero convivir no significa dejar pasar pillerías. O la UCV saca de sí misma las fuerzas para impedir que sea asaltada por aventureros, oportunistas y logreros, o se merecerá el destino que le desea Chávez.
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