WASHINGTON — El presidente estadounidense Barack Obama iniciará el sábado un viaje de cinco días por América Latina, donde espera sacar provecho de su dinamismo económico y restaurar la influencia de Estados Unidos cuestionada por la irrupción de China y erosionada por Venezuela.
En su primera gira por la región, Obama visitará Brasil, Chile y El Salvador, acompañado de su familia. En 2009, mantuvo su primer contacto con sus pares de la región en la cumbre americana de Trinidad y Tobago.
Será recibido por la flamante presidenta brasileña Dilma Rousseff, el chileno Sebastián Piñera y el salvadoreño Mauricio Funes.
"Este viaje tiene que ver ante todo con la recuperación de la economía estadounidense, las exportaciones estadounidenses y el papel crucial que América Latina juega en el futuro de nuestra economía y de nuestros empleos", explicó Mike Froman, consejero adjunto de seguridad nacional de Obama, a cargo concretamente de asuntos económicos.
Obama y Rousseff "hablarán en privado de negocios, negocios y más negocios", estimó Mauricio Cárdenas, director de temas latinoamericanos en el instituto Brookings de Washington.
Se trata de defender la influencia estadounidense en unos países donde la expansión económica china ha establecido cabezas de puente. "China es un elemento clave" de este viaje, según Cárdenas. "No se la mencionará directamente, pero estará en el aire".
Estados Unidos perdió en los últimos dos años su lugar de principal socio comercial de Brasil en favor de China, que en 2010 también se convirtió en el mayor inversionista en el gigante suramericano.
Uno de los principales temas sería el aprovisionamiento en petróleo y la cooperación en combustibles verdes, con el Medio Oriente en plena ebullición y cuando la catástrofe nuclear en Japón amenaza con reavivar la desconfianza de los estadounidenses hacia la energía nuclear.
Brasil descubrió importantísimos yacimientos petroleros submarinos y sus reservas son actualmente el doble de las de Estados Unidos, según la Casa Blanca.
Del lado brasileño, Rousseff dejó en claro el nuevo pragmatismo que reorienta la política exterior del gobierno de izquierda, al afirmar que Brasil puede "ser un socio importantísimo" de Estados Unidos, en una entrevista al diario Valor publicada el jueves.
El presidente estará acompañado de varios grandes empresarios estadounidenses con los que participará en un encuentro empresarial en Brasilia. Boeing, con su F/A-18, opta a un contrato de 36 aviones caza para el ejército brasileño.
En Rio, Obama pronunciará el domingo un gran discurso público y podría visitar la favela de Ciudad de Dios, algo que no ha confirmado la Casa Blanca a pesar de los preparativos en curso en el lugar.
Obama llegará el lunes a Chile, primer productor mundial de cobre y un modelo del crecimiento económico latinoamericano de la última década. Ahí pronunciará su segundo discurso de la gira, en el que definirá la relación que quiere mantener con la región. Un ejercicio que ya hizo en Europa, Asia y Oriente Medio.
El discurso de Obama coincidirá con el 50 aniversario del lanzamiento por John Kennedy de la Alianza para el Progreso, un programa de asistencia económica y social ideado por Washington en 1961 para contrarrestar el impacto de la revolución cubana de 1959, que hizo de los gobiernos democratacristiano de Chile y socialdemócrata de Venezuela sus modelos.
Medio siglo después, Estados Unidos encuentra todavía en quienes se reclaman como herederos de esa revolución, Cuba, Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Ecuador, a sus más duros críticos en la región.
El paso de Obama por El Salvador, adonde llegará el martes, estará centrado en la seguridad y la lucha contra la pobreza.
El pequeño país centroamericano, que hace 19 años puso fin a una cruenta guerra civil en la que Estados Unidos apoyó militarmente al Ejército y es hoy presidido por Mauricio Funes, apoyado en la antigua guerrilla, sufre ahora la violencia de las pandillas y del narcotráfico.
Según Cárdenas, esta etapa de su viaje constituye "un mensaje a Hugo Chávez". Obama "demuestra que se pueden tener buenas relaciones con un hombre de izquieda" y "eso aisla a Hugo Chávez, porque todos los países captarán el mensaje, en particular Ecuador y Bolivia", excplicó Cárdenas.
Obama se recogerá ante la tumba del arzobispo de San Salvador, Arnulfo Romero, gran defensor de los pobres y de la paz, asesinado por paramilitares de extrema derecha mientras oficiaba misa, durante la guerra civil salvadoreña .
En su primera gira por la región, Obama visitará Brasil, Chile y El Salvador, acompañado de su familia. En 2009, mantuvo su primer contacto con sus pares de la región en la cumbre americana de Trinidad y Tobago.
Será recibido por la flamante presidenta brasileña Dilma Rousseff, el chileno Sebastián Piñera y el salvadoreño Mauricio Funes.
"Este viaje tiene que ver ante todo con la recuperación de la economía estadounidense, las exportaciones estadounidenses y el papel crucial que América Latina juega en el futuro de nuestra economía y de nuestros empleos", explicó Mike Froman, consejero adjunto de seguridad nacional de Obama, a cargo concretamente de asuntos económicos.
Obama y Rousseff "hablarán en privado de negocios, negocios y más negocios", estimó Mauricio Cárdenas, director de temas latinoamericanos en el instituto Brookings de Washington.
Se trata de defender la influencia estadounidense en unos países donde la expansión económica china ha establecido cabezas de puente. "China es un elemento clave" de este viaje, según Cárdenas. "No se la mencionará directamente, pero estará en el aire".
Estados Unidos perdió en los últimos dos años su lugar de principal socio comercial de Brasil en favor de China, que en 2010 también se convirtió en el mayor inversionista en el gigante suramericano.
Uno de los principales temas sería el aprovisionamiento en petróleo y la cooperación en combustibles verdes, con el Medio Oriente en plena ebullición y cuando la catástrofe nuclear en Japón amenaza con reavivar la desconfianza de los estadounidenses hacia la energía nuclear.
Brasil descubrió importantísimos yacimientos petroleros submarinos y sus reservas son actualmente el doble de las de Estados Unidos, según la Casa Blanca.
Del lado brasileño, Rousseff dejó en claro el nuevo pragmatismo que reorienta la política exterior del gobierno de izquierda, al afirmar que Brasil puede "ser un socio importantísimo" de Estados Unidos, en una entrevista al diario Valor publicada el jueves.
El presidente estará acompañado de varios grandes empresarios estadounidenses con los que participará en un encuentro empresarial en Brasilia. Boeing, con su F/A-18, opta a un contrato de 36 aviones caza para el ejército brasileño.
En Rio, Obama pronunciará el domingo un gran discurso público y podría visitar la favela de Ciudad de Dios, algo que no ha confirmado la Casa Blanca a pesar de los preparativos en curso en el lugar.
Obama llegará el lunes a Chile, primer productor mundial de cobre y un modelo del crecimiento económico latinoamericano de la última década. Ahí pronunciará su segundo discurso de la gira, en el que definirá la relación que quiere mantener con la región. Un ejercicio que ya hizo en Europa, Asia y Oriente Medio.
El discurso de Obama coincidirá con el 50 aniversario del lanzamiento por John Kennedy de la Alianza para el Progreso, un programa de asistencia económica y social ideado por Washington en 1961 para contrarrestar el impacto de la revolución cubana de 1959, que hizo de los gobiernos democratacristiano de Chile y socialdemócrata de Venezuela sus modelos.
Medio siglo después, Estados Unidos encuentra todavía en quienes se reclaman como herederos de esa revolución, Cuba, Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Ecuador, a sus más duros críticos en la región.
El paso de Obama por El Salvador, adonde llegará el martes, estará centrado en la seguridad y la lucha contra la pobreza.
El pequeño país centroamericano, que hace 19 años puso fin a una cruenta guerra civil en la que Estados Unidos apoyó militarmente al Ejército y es hoy presidido por Mauricio Funes, apoyado en la antigua guerrilla, sufre ahora la violencia de las pandillas y del narcotráfico.
Según Cárdenas, esta etapa de su viaje constituye "un mensaje a Hugo Chávez". Obama "demuestra que se pueden tener buenas relaciones con un hombre de izquieda" y "eso aisla a Hugo Chávez, porque todos los países captarán el mensaje, en particular Ecuador y Bolivia", excplicó Cárdenas.
Obama se recogerá ante la tumba del arzobispo de San Salvador, Arnulfo Romero, gran defensor de los pobres y de la paz, asesinado por paramilitares de extrema derecha mientras oficiaba misa, durante la guerra civil salvadoreña .
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