AJDABIYA, Libia — Las tropas de Muamar el Gadafi seguían ganando terreno este martes en Libia y avanzaban hacia el este del país, un mes después del inicio de una rebelión que se transformó en guerra civil.
Los rebeldes sólo tienen "dos posibilidades: o entregarse, o huir", dijo el coronel Gadafi en una entrevista con el periódico italiano Il Giornale en la que rehúsa cualquier negociación con "los terroristas" aunque prometió no matar a quienes se rendirían.
Las fuerzas gubernamentales lanzaron la aviación y la artillería pesada contra Ajdabiya, estratégico nudo de comunicaciones a 160 km al sur del feudo de la oposición en Bengasi, cortando la ruta entre las dos ciudades.
Según la televisión oficial libia "la ciudad de Ajdabiya está totalmente controlada (por las fuerzas fieles a Gadafi) y está siendo purgada de las bandas armadas". Centenares de civiles y rebeldes huyeron de esta ciudad en dirección de Bengasi a bordo de automóviles y camionetas, constató un periodista de la AFP.
"Hubo muchas bombas, al menos cinco", dijo Said, de 42 años, que huyó agarrando "la mayor cantidad de cosas posible. Si nos hubiésemos quedado ahora estaríamos muertos", afirmó. "Pronto Ajdabiya estará segura y tranquila como antes", se pudo leer en un mensaje de texto enviado por las autoridades libias a los teléfonos celulares.
Los combates dejaron al menos tres muertos y unos 15 heridos, según médicos, además de dos muertos durante la noche. Según los habitantes continuaban los combates esporádicos en Brega, sitio petrolero a 80 km al oeste, pero la línea del frente propiamente dicha se sitúa en las puertas de Ajdabiya.
El tiempo apremia para los rebeldes. El ejército libio anunció el domingo que se se encaminaba a "purgar" el país. En el este, hasta ahora controlado por la oposición, las ciudades caen una tras otra, gracias a la potencia de los bombardeos aéreos y de la artillería de los leales a Gadafi.
La televisión oficial libia difundió un comunicado el martes en el que las fuerzas armadas fieles a Gadafi anunciaban una "inminente operación" contra Bengasi, bastión de los rebeldes.
Los rebeldes sólo tienen "dos posibilidades: o entregarse, o huir", dijo el coronel Gadafi en una entrevista con el periódico italiano Il Giornale en la que rehúsa cualquier negociación con "los terroristas" aunque prometió no matar a quienes se rendirían.
Las fuerzas gubernamentales lanzaron la aviación y la artillería pesada contra Ajdabiya, estratégico nudo de comunicaciones a 160 km al sur del feudo de la oposición en Bengasi, cortando la ruta entre las dos ciudades.
Según la televisión oficial libia "la ciudad de Ajdabiya está totalmente controlada (por las fuerzas fieles a Gadafi) y está siendo purgada de las bandas armadas". Centenares de civiles y rebeldes huyeron de esta ciudad en dirección de Bengasi a bordo de automóviles y camionetas, constató un periodista de la AFP.
"Hubo muchas bombas, al menos cinco", dijo Said, de 42 años, que huyó agarrando "la mayor cantidad de cosas posible. Si nos hubiésemos quedado ahora estaríamos muertos", afirmó. "Pronto Ajdabiya estará segura y tranquila como antes", se pudo leer en un mensaje de texto enviado por las autoridades libias a los teléfonos celulares.
Los combates dejaron al menos tres muertos y unos 15 heridos, según médicos, además de dos muertos durante la noche. Según los habitantes continuaban los combates esporádicos en Brega, sitio petrolero a 80 km al oeste, pero la línea del frente propiamente dicha se sitúa en las puertas de Ajdabiya.
El tiempo apremia para los rebeldes. El ejército libio anunció el domingo que se se encaminaba a "purgar" el país. En el este, hasta ahora controlado por la oposición, las ciudades caen una tras otra, gracias a la potencia de los bombardeos aéreos y de la artillería de los leales a Gadafi.
La televisión oficial libia difundió un comunicado el martes en el que las fuerzas armadas fieles a Gadafi anunciaban una "inminente operación" contra Bengasi, bastión de los rebeldes.
En el oeste, los rebeldes controlaban aún Misrata, tercera ciudad del país a 150 km al este de Tripoli. Las fuerzas de Gadafi recuperaron en cambio el control del centro de Zuara, 120 km al oeste de la capital, tras combates contra los rebeldes que dejaron al menos un muerto. Desde el 15 de febrero, la sangrienta represión de la insurrección causó centenares de muertos e impulsó a mas de 250.000 personas a huir del país.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (HCR) pidió a los combatientes que deje que los civiles huyan, subrayando la poca cantidad de mujeres y niños que llegan a las fronteras con Egipto y Túnez. Las autoridades libias dijeron a los periodistas que "ingresaron ilegalmente" en Libia que no serán responsables por su seguridad.
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