Aquel Chávez azorado y desconcertado, que no encontraba cómo responder a las imprecaciones y reclamos de la señora Maigualida González Alejo, en el sector Blandín, de la carretera vieja de La Guaira, sólo atinó a hacer llamar a Jackeline Faría. "Aquí te están acusando, Jackeline", le espetó.
Genio y figura hasta la sepultura. La culpa siempre es de otros. De sus errores siempre habla en un impreciso plural mayestático: "Nos equivocamos". Jamás se le ha oído decir: "Yo me equivoqué". Pero, la señora Maigualida no había mencionado para nada a la señora Faría. Su reclamo era directo al Presidente.
Era a él a quien responsabilizaba de la cantidad de mentiras y promesas incumplidas que Chávez ha desparramado sobre los habitantes de Blandín (y de toda Venezuela) a propósito de la precariedad habitacional de la zona. "En doce años este gobierno promete y no cumple". Cuando Chacumbele, en uno de sus típicos arrestos demagógicos, quiso oponer "los ricos", que viven abajo, a "los pobres", a quienes empujan a los cerros, la señora replicó: "Aquí me metiste tú en 1999 y desde esa fecha estoy esperando por la vivienda prometida".
A quel Chávez azorado y desconcertado, que no encontraba cómo responder a las imprecaciones y reclamos de la señora Maigualida González Alejo, en el sector Blandín, de la carretera vieja de La Guaira, sólo atinó a hacer llamar a Jackeline Faría. "Aquí te están acusando, Jackeline", le espetó. Genio y figura hasta la sepultura. La culpa siempre es de otros. De sus errores siempre habla en un impreciso plural mayestático: "Nos equivocamos". Jamás se le ha oído decir: "Yo me equivoqué". Pero, la señora Maigualida no había mencionado para nada a la señora Faría. Su reclamo era directo al Presidente.
Era a él a quien responsabilizaba de la cantidad de mentiras y promesas incumplidas que Chávez ha desparramado sobre los habitantes de Blandín (y de toda Venezuela) a propósito de la precariedad habitacional de la zona. "En doce años este gobierno promete y no cumple". Cuando Chacumbele, en uno de sus típicos arrestos demagógicos, quiso oponer "los ricos", que viven abajo, a "los pobres", a quienes empujan a los cerros, la señora replicó: "Aquí me metiste tú en 1999 y desde esa fecha estoy esperando por la vivienda prometida".
Genio y figura hasta la sepultura. La culpa siempre es de otros. De sus errores siempre habla en un impreciso plural mayestático: "Nos equivocamos". Jamás se le ha oído decir: "Yo me equivoqué". Pero, la señora Maigualida no había mencionado para nada a la señora Faría. Su reclamo era directo al Presidente.
Era a él a quien responsabilizaba de la cantidad de mentiras y promesas incumplidas que Chávez ha desparramado sobre los habitantes de Blandín (y de toda Venezuela) a propósito de la precariedad habitacional de la zona. "En doce años este gobierno promete y no cumple". Cuando Chacumbele, en uno de sus típicos arrestos demagógicos, quiso oponer "los ricos", que viven abajo, a "los pobres", a quienes empujan a los cerros, la señora replicó: "Aquí me metiste tú en 1999 y desde esa fecha estoy esperando por la vivienda prometida".
A quel Chávez azorado y desconcertado, que no encontraba cómo responder a las imprecaciones y reclamos de la señora Maigualida González Alejo, en el sector Blandín, de la carretera vieja de La Guaira, sólo atinó a hacer llamar a Jackeline Faría. "Aquí te están acusando, Jackeline", le espetó. Genio y figura hasta la sepultura. La culpa siempre es de otros. De sus errores siempre habla en un impreciso plural mayestático: "Nos equivocamos". Jamás se le ha oído decir: "Yo me equivoqué". Pero, la señora Maigualida no había mencionado para nada a la señora Faría. Su reclamo era directo al Presidente.
Era a él a quien responsabilizaba de la cantidad de mentiras y promesas incumplidas que Chávez ha desparramado sobre los habitantes de Blandín (y de toda Venezuela) a propósito de la precariedad habitacional de la zona. "En doce años este gobierno promete y no cumple". Cuando Chacumbele, en uno de sus típicos arrestos demagógicos, quiso oponer "los ricos", que viven abajo, a "los pobres", a quienes empujan a los cerros, la señora replicó: "Aquí me metiste tú en 1999 y desde esa fecha estoy esperando por la vivienda prometida".
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