El féretro de Juan Pablo II fue trasladado de su sepultura en las grutas del Vaticano a la tumba de San Pedro, para posteriormente pasar a la basílica vaticana, donde será beatificado el domingo por el papa Benedicto XVI, informó este viernes la oficina de prensa de la Santa Sede.
El secretario de Estado y número dos del Vaticano, el cardenal italiano Tarcisio Bertone, y el cardenal Stanislaw Dziwisz, actual arzobispo de Cracovia y por más de 40 años el secretario privado del futuro beato, asistieron a la breve ceremonia.
Estuvo presente también la religiosa polaca Tobiana Sobadka, una de las asistentes del Papa polaco en su apartamento pontificio.
El portavoz de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi, explicó que el féretro "está bien conservado, aún si se nota el pasar del tiempo".
El cajón de Juan Pablo II fue trasladado a unos veinte metros de distancia, ante la tumba de San Pedro, fundador de la Iglesia, que se encuentra en las grutas vaticanas, para posteriormente llevarlo ante el altar de la Confesión de la Basílica de San Pedro la mañana del 1 de mayo para la beatificación, donde permanecerá durante la ceremonia.
El cajón fue cubierto con un paño dorado.
Después de la ceremonia de beatificación, Benedicto XVI y los cardenales se dirigirán en procesión hacia el centro de la basílica para venerar el féretro y posteriormente se dará paso a los Jefes de Estado y de Gobierno que asistirán a la ceremonia. Sucesivamente los fieles podrán rendirle homenaje.
El ataúd será colocado el lunes en la noche, en el curso de una ceremonia privada, en la capilla de San Sebastián, al lado de la capilla en donde se encuentra la célebre estatua La Piedad de Miguel Angel, en el ala derecha de la basílica de San Pedro.
La placa de mármol que cubría la tumba localizada en las Grutas vaticanas será enviada a Cracovia, para ser empleada en la construcción de una nueva iglesia que será erigida en su nombre.
AAS /Globovisión/AFP
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