El sistema público de salud "construido" por la revolución no tiene nada que envidiarle a los que existen en otras partes del mundo pero, la dirigencia lo escucha mas no lo cree, como se demuestra cada vez que tienen un problema de salud y acuden presurosos a una clínica privada que atiende bajo la "visión capitalista"
Por: Simón Boccanegra/TalCualDigital
Miles de palabras, cientos de horas de cadenas de radio y TV dando cifras de la cantidad de venezolanos salvados gracias a Barrio Adentro o los Centros de Diagnóstico Integral, de cuantos infartados habían sobrevivido, de cuantos ojos ahora veían, de la cantidad de caries curadas. Otras cadenas graduando médicos comunitarios para atender al pueblo.
El sistema público de salud “construido” por la revolución no tiene nada que envidiarle a los que existen en otras partes del mundo, decía pletórico de orgullo, pero como dice el refrán antes se agarra a un mentiroso que a un cojo, aunque en este caso la rodilla lesionada ayuda.
La dirigencia que lo acompaña lo escucha pero no le cree, como se demuestra cada vez que tienen un problema de salud y acuden presurosos a una clínica privada que atiende bajo la “visión capitalista”.
Hasta a su padre se lo trajo una vez de Barinas pero no para que lo atendieran en el Pérez Carreño o en el Vargas, sino en el Hospital de Clínicas Caracas. Algo parecido a lo ocurrido con Clodosbaldo Russian, quien cuando sufrió el ACV no fue llevado a un centro de salud público, sino que lo trasladaron a una clínica “capitalista”.
A la hora de la verdad se tragan sus palabras y el cuento que le quieren meter a los demás. Hasta quienes han requerido atención por problemas de la vista no acuden a la Misión Milagro, esa queda para los pobres, la nomemklatura roja tiene miras más altas y bolsillos más robustos.
En todo caso, los compañeros de Esteban demuestran confianza en los médicos venezolanos, algo que no tiene el comandante, quien demostró con esta intervención en La Habana que tampoco cree en las habilidades de los cubanos que Fidel nos mandó para acá.
Por: Simón Boccanegra/TalCualDigital
Miles de palabras, cientos de horas de cadenas de radio y TV dando cifras de la cantidad de venezolanos salvados gracias a Barrio Adentro o los Centros de Diagnóstico Integral, de cuantos infartados habían sobrevivido, de cuantos ojos ahora veían, de la cantidad de caries curadas. Otras cadenas graduando médicos comunitarios para atender al pueblo.
El sistema público de salud “construido” por la revolución no tiene nada que envidiarle a los que existen en otras partes del mundo, decía pletórico de orgullo, pero como dice el refrán antes se agarra a un mentiroso que a un cojo, aunque en este caso la rodilla lesionada ayuda.
La dirigencia que lo acompaña lo escucha pero no le cree, como se demuestra cada vez que tienen un problema de salud y acuden presurosos a una clínica privada que atiende bajo la “visión capitalista”.
Hasta a su padre se lo trajo una vez de Barinas pero no para que lo atendieran en el Pérez Carreño o en el Vargas, sino en el Hospital de Clínicas Caracas. Algo parecido a lo ocurrido con Clodosbaldo Russian, quien cuando sufrió el ACV no fue llevado a un centro de salud público, sino que lo trasladaron a una clínica “capitalista”.
A la hora de la verdad se tragan sus palabras y el cuento que le quieren meter a los demás. Hasta quienes han requerido atención por problemas de la vista no acuden a la Misión Milagro, esa queda para los pobres, la nomemklatura roja tiene miras más altas y bolsillos más robustos.
En todo caso, los compañeros de Esteban demuestran confianza en los médicos venezolanos, algo que no tiene el comandante, quien demostró con esta intervención en La Habana que tampoco cree en las habilidades de los cubanos que Fidel nos mandó para acá.
No hay comentarios:
Publicar un comentario