El alto costo de la vida se traga los ingresos de los venezolanos.
Venezuela para el cierre de 2010 era uno de los países con mayor inflación del mundo con 27,4%, entre 42 de las principales economías del mundo, seguida de lejos por Pakistán con 12,9%, Egipto 11,3%, India 11% y Argentina 10.8%.
Siete meses después la situación en materia inflacionaria en Venezuela, lejos de mejorar, sigue empeorando. Según las propias cifras del Banco Central, el Índice de Precios al Consumidor del Área Metropolitana de Caracas (IPC-AMC) se incrementó en julio 2,5%, casi un dígito más con respecto a julio de 2010, para una inflación anualizada de 26,1%, por encima de la meta oficial de 23% -25%.
Igual de preocupante es que los efectos de la inflación vienen impactando más en los rubros de alimentos y transporte, cuyos efectos tienen mayor incidencia en la población de menores recursos. Sólo en julio, el rubro de alimentos y bebidas no alcohólicas aumentó 5,1% y los bienes agrícolas 14,4%, para el mayor aumento de los últimos 14 meses.
La ingente escasez de productos básicos de la dieta alimentaria está acelerando aún más el incremento de los precios. Según Datanálisis, sólo en las distribuidoras del Estado el desabastecimiento estaría rondando entre 41% y 43%.
Más preocupante es que en los próximos meses la Ley de Costos y Precios será un importante generador de mayor inflación incluso antes de que entre en vigor, a pesar de que la legislación pretendería lograr controlar costos y precios en toda la cadena de producción y distribución.
Tal como lo condensa el análisis de la Academia Nacional de Ciencias Económicas, publicado en el libro Propuestas a la Nación el proceso inflacionario venezolano esta íntimamente relacionado a factores inherentes al régimen de política económica prevaleciente y a las restricciones que afectan a la oferta interna". Con el añadido de que, según la Academia, no se ha avanzado "en las reformas institucionales que apunten a mejorar la sostenibilidad fiscal a mediano y largo plazo. La sustitución de fondos de estabilización por fondos de gasto, la ausencia de un sistema de seguridad social financieramente viable y el rápido endeudamiento interno y externo señalan serios problemas estructurales en las finanzas públicas".
Como tantas veces VenEconomía lo ha explicado, el meollo del problema inflacionario en estos últimos años es una errada visión del modelo de desarrollo de país: ¡Con el castrochavismo no habrá paraíso!
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