domingo, 30 de octubre de 2011

"8.300 médicos comunitarios jamás han pisado un quirófano"

JAVIER MORENO SUCRE |  EL UNIVERSAL
Según el cronograma académico para el mes de noviembre, 8.300 bachilleres deberían recibir de manos del Ministerio de Educación Universitario, su título que los faculta como Médicos Integrales Comunitarios.

A nivel de números, la cifra no es para nada desalentadora, teniendo en cuenta el afianzado déficit de especialistas en salud que se evidencia en los hospitales. Pero la situación que prendió las alarmas, es otra. La Academia Nacional de la Medicina, las sociedades científicas y hasta la misma Federación Médica Venezolana, han denunciado en reiteradas ocasiones su preocupación por la "poca" preparación académica, práctica, ética y técnica que acumulan estos profesionales luego de seis años de estudios.

Informes técnicos de la Academia Nacional de la Medicina, indican que a lo largo de 72 meses de actividades universitarias, los Médicos Integrales Comunitarios, no reciben conocimientos en: laboratorios, medicina legal, medicina tropical, radiología, Bioquímica, Farmacología, no atienden partos, no ingresan a la morgue, no conocen a profundidad el cuerpo humano, desconocen las principales patologías que atacan a millones de venezolanos, y son instruidos mediante el uso de video conferencias, y no con prácticas dentro de las salas de emergencias de los principales hospitales del país.

-¿No sería mezquino impedir el ingreso de más de 8 mil médicos a los hospitales?

-Esa es la discusión que estamos planteando al Gobierno nacional, que antes de medir el impacto de la cantidad, debemos evaluar la calidad. Porque sencillamente del tamaño de la calidad del médico, será en gran parte la calidad de la recuperación del paciente, y especialmente el de los estratos más bajos que asisten a los hospitales. Estamos intentado frenar múltiples casos de mala praxis médica, y por ello, queremos sentarnos con el Ejecutivo y explicarles las deficiencias de los estudiantes y tomar los correctivos para que esos muchachos egresen mejor preparados.

-¿Qué confirma que los Médicos Comunitarios están mal preparados?

-En días pasados un grupo de los cursantes visitó el Hospital José María Vargas en Caracas, y se les realizó una prueba de exploración diagnóstica. La mayoría salió aplazado en una evaluación de carácter básico. Igualmente hemos detectado fallas en el pensum de estudios. Por ejemplo, no cursan laboratorio, radiología, Histología, Parasitología, Anatomía Patológica, Obstetricia, Farmacología, prácticas clínicas, no hacen el año rural, no conocen los términos de medicina tropical en un país anclado en el trópico, reciben clases en aulas corrientes mediante el uso de videos y con fotocopias, no cuentan con una biblioteca de primer nivel y actualizada. Tampoco reciben preparación en las salas de socorro o emergencias. Los 8300 médicos jamás han ingresado a un quirófano, lo que es crítico para el país, y ese el punto grave que estamos denunciando, no es contra los bachilleres, es contra la formación que se les dio.

-¿ Está previsto que atiendan partos?

-No deberían en lo absoluto. Todo aspirante a ser profesional de la medicina tiene un registro del record quirúrgico, allí se anotan todas sus intervenciones. Por citar un caso, cuando a mi promoción le tocó operar, yo realice más de 50 partos, de mañana, en las madrugadas y por ende durante las guardias de emergencia. Estamos al tanto que como no han ingresado a los quirófanos, no se han familiarizado con la complejidad de los equipos que allí están activados. Sería una locura de inmensas dimensiones que atiendan a las embarazadas.

-¿A esta altura del partido que se puede hacer cuando ya se anunció la graduación?

-Lo primero es detener las modificaciones a la Ley del Ejercicio de la Medicina que se pretenden ejecutar en la Asamblea Nacional. Si eso se lleva a cabo, permitiría al personal comunitario ejercer la carrera sin contar con la preparación adecuada. La Ley es muy clara. Un médico cirujano debe cursar su año rural y otro año rotativo en los principales hospitales. Además cada postulante cuenta con un tutor académico que lo supervisa toda la carrera. Cada actividad que el estudiante realiza va a su historial médico, y si se presentan fallas, se corrigen de inmediato hasta que el futuro médico logré dominar la técnica. Por ejemplo, un alumno de la Escuela Vargas o la Razetti, jamás aprobaría una materia que se le ha hecho cuesta arriba, sino la domina. En el sistema Integral Comunitario no raspan a nadie, y para el 2010, de un total de 8.215 profesores, solo 225 tenían el diplomado en Medicina, lo que es el 1,86% de los preparadores activos. La medida urgente para detener esta catástrofe es instalar una mesas técnicas que permitan modificar la formación de miles de aspirantes y adaptarlos a la medicina tradicional venezolana. Resulta más favorable, prepararlos mejor, que perjudicar a millones de habitantes que necesitan atención médica especializada.

-¿Se cuenta con denuncias de malas ejecuciones médicas de los aspirantes?

-Eso es lo que urgentemente necesita evitar. Al día de hoy no las tenemos debido a que en su formación no han visitado los hospitales y todas sus áreas operativas. En los hospitales es donde se bate el cobre. Si se quiere saber si un médico es bueno y está preparado, hay que preguntarle si trabaja en el Clínico Universitario, en la Matenidad Concepción Palacios o la Santa Ana, en el Pérez Carreño, el JM De Los Ríos o en la Unidad de Quemados del Zulia, por citar unos pocos nombres de cientos que puedo enumerar. Sencillamente los estudiantes bien preparados, están formados en la red hospitalaria instalada en todo el territorio nacional. Por esto es que no podemos avalar a un personal que no ha convivido con el día a día de los centros de salud pública. Si no impedimos que la salud de los venezolanos se ponga en manos de personal no especializado, las denuncias de malapraxis se multiplicarán minuto a minuto, y se jugará con la vida de los habitantes.

-¿Se puede concluir que en ningún momento los futuros médicos han tenido trato con los enfermos?

-En su fase preparatoria no está previsto que realicen prácticas en salas de emergencias. Sus clases las reciben en aulas atípicas que carecen de laboratorios en la Universidad Experimental de Los Llanos Ezequiel Zamora, la Rómulo Gallegos del estado Guárico, la Rafael María Baralt del Zulia, la Bolivariana en varias de sus sedes y en la Escuela Latinoamericana de Medicina en La Habana, Cuba, entre otras. Se proyectan teorías mediante el uso de videos y grabaciones de participaciones de médicos en conferencias, además no cuentan con libros especializados de cada respectiva patología y la relación médico-paciente, factor primordial para establecer el vínculo con el enfermo.

-¿Cómo se le explica a un estudiante que ha pasado seis años de vida recibiendo clases, que no puede ejercer la medicina abiertamente?

-Debemos partir de la tesis que ellos fueron engañados por los creadores de esta nueva carrera y este sistema paralelo. Si el plan concebía su presencia en los módulos de la Misión Barrio Adentro, no esta mal si se efectúan modificaciones. Los estudiantes también están claros de las deficiencias estructurales de la carrera, y ellos mismos se han puesto en contacto con las instituciones que defendemos el ejercicio de la medicina. Las principales escuelas académicas preparan profesionales de envergadura, reconocidos en el mundo entero, con ética y apegados a los estándares de primer mundo, y que de paso viven la cruda realidad de la salud nacional. Si nos sentamos a trabajar y a sincerar la preparación de los Médicos Comunitarios y se pule el pensum de raíz, se pueden obtener mejores resultados, y se garantizará al acceso de los pacientes a un sistema de calidad.

Jmoreno@eluniversal.com

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