A mediados de marzo de 2011 estallaron protestas en varias ciudades de Siria para exigir reformas democráticas que desde entonces han sido duramente reprimidas por las fuerzas de seguridad y que, según dijo la ONU a mediados de enero, han dejado más de 5.400 muertos.
El diplomático venezolano defendió hoy que la posición de su país en contra de la resolución de condena a Al Asad se debe a que "las potencias imperiales y sus aliados" la utilizarán "para ocupar militarmente un país soberano, practicar un golpe de Estado en contra de sus autoridades legítimas y convertir a Siria en un protectorado".
Antes de someter a votación el texto, que apoya los esfuerzos de la Liga Árabe por lograr una transición pacífica en el país, Siria recibió el apoyo de Venezuela y Corea del Norte en respuesta a Egipto, nación encargada de defender la resolución contra el régimen sirio, y pidieron al resto de miembros que votaran en contra.
"Denunciamos ante el mundo que potencias imperiales y sus aliados se han propuesto provocar un cambio de régimen en Siria, aun a costa de un mayor derramamiento de sangre", dijo el diplomático venezolano, quien acusó a los patrocinadores del texto de querer "reeditar el mismo formato que ya utilizaron en Libia".
Valero aseguró que el proyecto de resolución que la Asamblea General de la ONU se dispone a votar hoy constituye "una intervención en los asuntos internos de un Estado independiente, al establecer variados mecanismos de tutelaje y monitoreo de un país soberano".
"La supuesta protección de los derechos humanos y la ayuda humanitaria son cortinas de humo para violar la soberanía de Siria y promover una guerra civil a gran escala", añadió el diplomático, quien lamentó que la resolución preparada por Arabia Saudí y Catar no condene "las continuas y comprobadas violaciones a los derechos humanos cometidas por grupos terroristas" en Siria.
Venezuela será así uno de los países que voten en contra del proyecto de resolución que la Asamblea General se dispone a votar, que cuenta con el respaldo de las naciones occidentales y que se prevé que se apruebe por una amplia mayoría.
El texto condena "las sistemáticas violaciones de los derechos humanos y las libertades fundamentales" por parte de las autoridades sirias, respalda completamente el plan de transición elaborado por la Liga Árabe para Siria e invita al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, a designar a un enviado especial para ese país que ayude a promover una "solución pacífica" a la crisis.
El embajador egipcio, Maged Abdelfattah Abdelaziz, encargado de defender la resolución, exhortó al pleno de la Asamblea a aprobar la resolución por consenso "para mostrar que la comunidad internacional habla en una sola voz ante la gravedad de los acontecimientos que se viven en Siria y dar apoyo pleno a los esfuerzos de la Liga Árabe".
Por su parte, el embajador de Siria ante la ONU, Bashar Jafari, arremetió también contra la propuesta de resolución árabe y aseguró que la violencia que vive su país se debe a las acciones de "grupos terroristas", mientras que aseguró que árabes y occidentales orquestan "una agresión política y mediática" contra su país.
"Esta resolución es desequilibrada", dijo Jafari, que denunció que esos países interfieren "en asuntos internos" de una nación soberana, por lo que aseguró que, si se aprueba la resolución, la Liga Árabe y sus socios estarán "dando cobijo" a los grupos terroristas que actúan en Siria.
NDO/Globovisión/EFE
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