Los cuidados paliativos están diseñados para ayudar a que una persona tenga la mejor calidad de vida posible a medida que avanza su cáncer. Los cuidados paliativos no se concentran en morir ni en intentar encontrar una cura. Por el contrario, se concentran en vivir cada día que queda de la forma más plena posible.
La siguiente lista incluye las metas principales de los cuidados paliativos:
- Aliviar el dolor y otros síntomas.
- Ayudar a mejorar el bienestar emocional, mental y espiritual.
- Brindar apoyo a los familiares de la persona que tiene cáncer durante la enfermedad y después de la muerte de la persona.
¿Dónde se proporcionan los cuidados paliativos?
Los cuidados paliativos pueden proporcionarse en el hogar, en un hospital o un centro de cuidados paliativos. La persona que tiene cáncer y sus familiares tendrán que decidir qué opción es mejor para ellos. Antes de hacer esta elección, es recomendable averiguar tanto como sea posible sobre cada entorno de cuidados. También puede resultarle útil hablar con un médico u otros integrantes del equipo de atención médica sobre los puntos a favor y los puntos en contra de cada opción. Puede ser posible que reciba atención en el hogar durante un tiempo y que después lo trasladen a un hospital o un centro de cuidados paliativos a medida que avanza el cáncer. Si una persona prefiere recibir atención en el hogar, podría convenir que los familiares pidan información al médico sobre los programas de apoyo local. Por ejemplo, algunos programas ofrecen los servicios de trabajadores de atención de relevo. Estos trabajadores se hacen cargo de la atención de la persona durante algunas horas para dar un descanso a los cuidadores primarios.
¿Cómo pueden los cuidados paliativos aliviar el dolor y otros síntomas?
A medida que avanza el cáncer de una persona, esta puede experimentar una serie de síntomas. Estos síntomas podrían incluir dolor, pérdida del apetito, fatiga, debilidad, pérdida de peso, estreñimiento, problemas para respirar, confusión, náuseas, vómitos, tos y sequedad o dolor de garganta. Todos estos síntomas pueden manejarse con un tratamiento adecuado. Una persona que tiene cáncer no debe intentar "ser fuerte" ni tolerar el dolor u otros síntomas. Esto puede tener un efecto negativo en el estado físico y emocional de la persona. Una persona que tiene cáncer debe informar al médico sobre cualquier síntoma que tenga.
El dolor es uno de los síntomas más comunes que experimentan las personas que tienen cáncer. Aunque sea intenso, el dolor casi siempre puede controlarse con medicamentos. Cada persona responde de manera diferente al dolor. El médico creará un plan para manejar el dolor, que satisfaga las necesidades de la persona. Los analgésicos pueden administrarse por boca (líquido o píldora) o a través del recto (supositorio). También pueden administrarse a través de la piel (parche transdérmico) o inyectarse en la piel, un músculo o una vena. El cuidador debe saber que el dolor crónico (constante) necesita tratarse de acuerdo con un programa regular. Es importante no esperar hasta que la persona sienta dolor para administrar la siguiente dosis, incluso si implica despertarla en la mitad de la noche.
Para algunas personas, el médico puede recetar un medicamento opioide, como morfina o codeína, para aliviar el dolor. Los analgésicos opioides para el dolor a menudo provocan estreñimiento (dificultad en la evacuación del intestino), por lo que la persona que tiene cáncer también podría necesitar tomar otro medicamento en forma regular para prevenir este efecto secundario común. La persona con dolor puede estar preocupada de volverse "adicta" a un analgésico opioide. Sin embargo, la adicción a los analgésicos es muy poco frecuente en personas que tienen cáncer.
El médico puede hacer varios intentos hasta encontrar la manera más eficaz para calmar los síntomas de dolor. La persona con dolor no debe sentirse desanimada si un enfoque en particular no funciona. El médico necesita saber sobre las preferencias de la persona para manejar los síntomas de dolor. Ayudar a dirigir el curso de su atención puede ayudar a la persona con cáncer a sentir que tiene más control de la situación.
¿Cómo puede prepararse una persona que tiene cáncer para enfrentar el final de la vida?
Cada persona enfrentará el final de la vida a su manera. Es normal tener todo tipo de sentimientos desde incredulidad e ira hasta aceptación de la situación. Las personas pueden sentir arrepentimiento por la manera en que han vivido o las cosas que han hecho. Pueden preocuparse por ser una carga para la familia o por cómo se manejarán sus familiares sin ellas. Estos sentimientos y miedos son normales. Sin embargo, pueden afectar en forma negativa la calidad de vida de una persona si esta no puede manejarlos.
Los cuidados paliativos ofrecen la oportunidad de sentirse tranquilo al enfrentar sentimientos y creencias sobre la vida y la muerte. Cada persona debe encontrar el significado a su manera, a su propio ritmo. Algunas personas se sienten cómodas de hablar sobre sus sentimientos con un amigo cercano, un familiar, un asesor espiritual, un consejero o un grupo de apoyo. Otras pueden preferir manejar sus emociones de otra manera, como llevando un diario, pintando o escuchando música.
¿Cómo reaccionarán los familiares a los cuidados paliativos?
A medida que se acerca la muerte de un ser querido, cada familiar reaccionará de manera diferente. Es común experimentar una serie de emociones, como ira, conmoción, ansiedad e impotencia. No existe una única "forma correcta" de manejar esta situación. Los familiares deben intentar aceptar las diferencias de respuestas y sentimientos de unos y otros. Además, deben tener en cuenta que las emociones no siguen un programa establecido. El simple hecho de que una persona esté lista para avanzar a la siguiente etapa del duelo no significa que todos lo estén. Como parte de los cuidados paliativos, es importante para los familiares aprovechar al máximo el tiempo que tienen con su ser querido, en lugar de concentrarse en su muerte.
¿Qué más debe hacer una persona al prepararse para enfrentar el final de la vida?
Los cuidados paliativos ofrecen una oportunidad de hacer preparativos prácticos para la muerte. Este proceso puede ser muy difícil. Sin embargo, manejar estas cuestiones con anticipación puede reducir los problemas financieros, legales y emocionales que enfrentarán los familiares y los amigos de una persona después de su muerte. También da a la persona que tiene cáncer algo de control sobre su situación. Por ejemplo, preparar un testamento permite a una persona decidir cómo se dividen sus pertenencias. Durante este tiempo, podría convenirle a la persona que tiene cáncer organizar todos los registros, los documentos y las instrucciones que necesitarán los familiares después de su muerte.
Una persona que está enfrentando el final de la vida podría elegir dar a conocer sus deseos respecto del funeral o de la ceremonia conmemorativa. Si estas preferencias se hablan con los familiares, el funeral o la ceremonia conmemorativa pueden ser un reflejo muy personal de la vida de la persona y de cómo quiere que la recuerden. Una cuidadosa planificación también puede reducir parte del estrés que experimentan los familiares después de la muerte de un ser querido.
Escrito por personal editorial de familydoctor.org.
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