Foto: Ciudad CCS
NDO/AVN
Ex trabajadores de Banesco Banco Universal denunciaron este martes la serie de despidos que han ocurrido en la entidad financiera privada desde finales de febrero y con los que resultaron afectados, sin ningún tipo de aviso previo ni justificación acorde con su desempeño laboral.
Ex trabajadores de Banesco Banco Universal denunciaron este martes la serie de despidos que han ocurrido en la entidad financiera privada desde finales de febrero y con los que resultaron afectados, sin ningún tipo de aviso previo ni justificación acorde con su desempeño laboral.
Los motivos que alegaron sus superiores para despedirlos fueron "reducción de personal" y "reestructuración" del banco, no obstante, el vicepresidente ejecutivo de Capital Humano (como denominan internamente a la oficina de recursos humanos), Carlos Castillo, eludió dejar clara la razón de los despidos y su carácter injustificado.
"No quisiera entrar en esos comentarios", dijo, a la vez que insistió en que no se trataba de una medida masiva.
Sin embargo, en el caso del área de Cobranzas y Tarjetas de Crédito la reestructuración le costó el puesto de trabajo a aproximadamente 25 personas, expulsadas de la empresa entre el 1º y 2 de marzo, informaron los afectados César Dávila e Iván Orozco.
Dávila contó que fue despedido con un "acuerdo económico" que distó de lo justo tras seis años y cuatro meses de servicio. Su hogar se quedó sin fuente de ingresos. Su esposa, Carol Ortiz, quien también laboraba en Banesco, fue presionada para que renunciara y tuvo que aceptar la propuesta monetaria.
Supuestas negociaciones
Como representante de Banesco, Castillo aseguró que los trabajadores que hoy denuncian la injusticia podían contactarlo directamente y ver si era posible una "conciliación".
Aunque tal cosa pudo haberse dado, las negociaciones pusieron a los empleados en una encrucijada, como relatan ellos mismos.
"No vamos a dar referencias buenas de ti" y "No vas a conseguir trabajo en otras entidades financieras" fueron las amenazas que recibieron para aceptar una de las dos opciones: O renunciaban por un poco más de dinero o eran despedidos bajo el "peligro" de quedar vetados como trabajadores del sector bancario.
El "paquete" para un despido podía partir de los 5.000 bolívares por cinco años de servicio, dijo Gabriel Oliveros, un gestor de Cobranzas y Tarjetas de Crédito que, al igual que Carol Ortiz, se vio forzado a renunciar.
Para formalizar sus quejas ante estas irregularidades, un grupo de los afectados introdujo un recurso de amparo ante la Inspectoría del Trabajo la semana pasada.
Dávila apuntó que los funcionarios de la inspectoría expresaron su asombro ante el hecho de que, una vez más, acudieran a ellos trabajadores de Banesco.
¿Un rostro más humano?
Las medidas contra los trabajadores se producen a menos de una semana del foro Palabras para Venezuela, en el cual Banesco fungió como anfitrión de los ex presidentes Fernando Henrique Cardoso (Brasil), Ricardo Lagos (Chile) y Felipe González (España) para que éstos "recomendaran" medidas neoliberales al país.
Durante el evento del pasado sábado, Juan Carlos Escotet, presidente de Banesco, aseguró que su propuesta como banquero es que el sector financiero "tenga un rostro más humano".
Tal afirmación dista mucho de las amenazas y el maltrato que denunciaron sus ex trabajadores.
Iván Orozco, a sus 30 años de edad, y con un niño de siete a su cargo, mostró su indignación ante la indiferencia de la empresa.
"Ahorita tengo que inventármelas. A pesar de que ganaba muy poco (1.718 Bs), podía pagarle a mi hijo su transporte. Vivo entre Charallave y Ocumare, tengo que pagarle transporte, escuela. A ellos no les importó la situación económica en la que me iban a dejar, una situación bastante difícil", expresó el antiguo gestor de Cobranzas.
Por su parte, Oliveros contó que en una negociación, que se extendió durante dos horas, sus superiores utilizaron su situación familiar para presionarlo.
"Como ellos tenían información de que contaba con una bebé de ocho meses, se me fueron por ahí. Cuando me dicen 'ya no vas a tener beneficios para tu bebé', yo opté por renunciar", relató Oliveros.
Ese "beneficio" para su hija consistía, básicamente, en la imposibilidad de conseguir empleo en otros bancos y, por tanto, de mantenerla.
Estos atropellos tienen antecedentes. Durante sus primeros dos años de trabajo, Oliveros no recibió el bono nocturno que le correspondía por las horas que trabajaba después de las 7:00 de la noche. Más tarde, a partir de su tercer año en la empresa, comenzaron a presionarlo, así como a Orozco, para que laboraran fuera de su horario establecido. Las horas extras no eran remuneradas.
Las denuncias se extienden a la situación de trabajo. Erick Pereira, analista de gestión de Infraestructura, también despedido, solicitó un cambio de departamento debido al maltrato que recibía en el área de Cobranzas Administrativas.
Allí, contó, "no dejan moverte durante todo el día. Hay gente enferma de la columna". Además, bajo un pretexto de productividad, descuentan el día a quien tiene que asistir a una consulta médica.
Contra la nueva Ley del Trabajo
Gisela Zamora, despedida tras siete años en el área de Internacionales de Banesco, reclamó a sus superiores que no podían botarla bajo el decreto de inamovilidad laboral que rige en el país desde finales de 2011 y hasta el 31 de diciembre de 2012, firmado por el presidente Hugo Chávez.
La respuesta que recibió Zamora de la abogada de Banesco fue tajante: "Eso es una estupidez, un invento que él (presidente Hugo Chávez) se cree. Él no sabe en dónde estaba parado".
Zamora se negó a aceptar la oferta de renuncia frente a lo cual volvieron a amenazarla: "Nos vemos en tribunales".
"Yo no sé qué le pasa a Banesco, tanto que nos dicen de la ética, de la moral, de los valores y ellos no tienen valores", añadió.
La joven de 32 años coincidió con sus compañeros Dávila, Oliveros y Pereira, en cuanto a que dentro del banco se avistaban medidas drásticas, como despidos, ante la posible aprobación de la nueva Ley Orgánica del Trabajo en mayo.
"Desde que comenzó a hablarse de la Ley del Trabajo esa gente cambió radicalmente", apuntó Oliveros.
Entre los aspectos de este proyecto, que aún está en discusión popular, se contempla una reducción de la jornada laboral y la inclusión del sistema de cálculo retroactivo de prestaciones sociales, eliminado durante el segundo gobierno de Rafael Caldera. De ahí que despidan a trabajadores con antigüedad considerable: Hasta 18 y 20 años, indicaron Zamora y Pereira.
Los trabajadores estimaron que los despidos continúen durante los próximos días en Banesco.
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