Por: VenEconomía
El chavismo tiene como política de Estado asumir para sí funciones de empresas y sectores que están en plena operatividad, que más temprano que tarde terminan siendo improductivos, ineficientes y corruptos. Ejemplos emblemáticos sobran, entre otros se puede citar el cascarón vacío en el que convirtieron en sólo seis meses a Agropatria (antes la pujante Agroisleña).Ahora, el Gobierno de Chávez enfila sus armas destructivas contra el deporte, a través de la promulgación de la Ley del Deporte y su Reglamento parcial.
Es cierto que es un deber social del Estado establecer las bases para promover el deporte nacional. Para ello se creó en junio de 1949 el Instituto Nacional de Deportes (IND) y también para ello se redefinieron sus lineamientos estratégicos en 1994, que adecuó al deporte nacional al proceso de modernización y descentralización que Venezuela exigía.
Ahora, la Ley y el Reglamento parcial publicado el 28 de febrero contiene un quinteto de desafueros que no solo irrespeta los acuerdos previos a los que habían llegado los gremios con los representantes del Ejecutivo Nacional, sino que cambian draconianamente las reglas del juego:
Primero, se centraliza en el IND de manera totalitaria y discrecional a cuanta actividad deportiva se desarrolle y promueva en Venezuela, imponiendo a las empresas los proyectos y equipos que éstas podrán patrocinar, dejándoles poco margen de operación.
Segundo, como se viene haciendo con toda actividad productiva, se creó un Registro Nacional del Deporte, donde se concentrará de manera obligatoria toda la data de todos los sectores involucrados en la materia, incluyendo a los clubes vacacionales que pasan a ser considerados como establecimientos deportivos y que deberán contar con el permiso de sus respectivos consejos comunales para poder funcionar. Entre otros datos, se debe reportar los salarios de los atletas y el monto de los patrocinios.
Tercero, las empresas públicas y privadas con utilidad neta mayor de 20.000 UT tendrán que aportar el 1% de su utilidad neta al deporte, 0,5% al recién creado Fondo del Deporte Nacional y 0,5% a sus equipos o programas preferidos (pero sujetos a la autorización del Fondo de Deporte).
Cuarto, de forma abusiva se impone que el IND podrá usar a su discreción el logo de las federaciones y atletas para fines comerciales y publicitarios.
Quinto, se obliga a las televisoras, incluyendo a la TV por cable a transmitir mensajes deportivos gratuitos de al menos 30 segundos cada uno, tres veces diarias. Esto en adición a la propaganda gratuita que ya tienen que transmitir los medios audiovisuales, por orden de la Ley Mordaza, y las maratónicas cadenas presidenciales.
En resumen, ésta es una nueva ley de corte comunista que en vez de optimizar y hacer más eficiente el rol del Estado en materia de deportes, estrangulará el valioso aporte que viene dando el sector empresarial privado en el desarrollo de diferentes disciplinas deportivas.
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