Siendo que a este gobierno le encanta cambiarle el nombre a todo, pudiera comenzar a proponer nuevas denominaciones para Fe y Alegría. Es verdad, ellos hacen un trabajo encomiable que causa orgullo en todo el país por, prácticamente, lavarle el rostro a la educación pública venezolana. Y su logo es un corazón rojo. Pero eso no es suficiente para que las huestes burocráticas de Chacumbele los tome en cuenta para saldar viejas deudas, también acumuladas durante estos 13 años, y darles el reconocimiento que se merecen, no con premios ni con regalos sino con cumplimiento de las obligaciones contractuales. En vez de Fe y Alegría quizá pudieran usar Desespero y Tristeza, si nos vamos por lo básico.
También pudieran rebautizarlo como Deuda y Amargura, Rabia y Lamento, Trabajo y No Cobro. Es lamentable que como estos hombres y mujeres no dejan entrar la política a sus aulas ni se dejan poner la bota encima, entonces les paguen con hambre.
Tenemos Fe en el pueblo y en el 7 de octubre, a partir del 8 recuperamos la Alegría.
NDO/TalCualDigital
No hay comentarios:
Publicar un comentario