Ya ha pasado un año y medio desde que Chávez pidió que se le habilitaran unos poderes especiales para hacerle frente a las desgracias ocasionadas por las lluvias, sin embargo, la ley fue utilizada para otros propósitos
SIMÓN BOCCANEGRA/TalCualDigital
Cuando Chacumbele pidió, hace año y medio, que se le concediera una Ley Habilitante, el país estaba literalmente bajo las aguas y más de cien mil compatriotas perdieron sus hogares y fueron a parar a toda clase de refugios improvisados, donde muchos de los damnificados todavía permanecen.
Argumentó que para hacer frente a semejante calamidad necesitaba poderes especiales. Por supuesto que se trataba de De hecho, el deslave del Litoral Central, mucho peor como tragedia que las inundaciones, fue atendido sin que se hubiera recurrido a poderes habilitados.
Pero, esta vez el Parlamento captó la seña y aprobó una Ley Habilitante que habría de permitir al Presidente legislar prácticamente en todas las áreas de la vida nacional. Año y medio después termina el período de Chávez legislador con un balance de 50 decretos-ley promulgados.
¿Cuánto de esta vasta operación legislativa está dedicado a la atención de los damnificados y a obras para prevenir nuevos desastres? ¡Menos del 6%! De modo que todo comenzó con una mentira: una supuesta necesidad de poderes especiales para afrontar el drama; y terminó con otra: la ley fue utilizada para cualquier otro propósito, menos para el que supuestamente la motivó. Así, así, así es que se gobierna.
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